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El investigador valenciano y catedrático D. Antonio Huici Miranda, en su obra «Historia Musulmana de Valencia y su región », nos confirma que hacia el año 400 de la Hégira (1011 de la Era Cristiana) se erigen en reyes taifas de Valencia dos ciudadanos. Se llamaban Mubarak (que significa «el bendecido») y Muzafar («el vencedor»). Ambos gobiernan a la vez como un antiguo duunvirato y durante su reinado Valencia, que era ya muy rica en economía y cultura, fue el refugio de las gentes a su vez cultas y elevadas de Córdoba que se exilaban de la capital califal huyendo, a partir del año 1012, ante la tiranía de los bereberes quienes, por sus torpezas, destruyeron y arruinaron a la rica capital cordobesa.

Aquí vinieron buscando en Valencia el sosiego, la paz, el orden y el desarrollo cultural de nuestra ciudad y región, contribuyendo a darle el magnífico esplendor cultural que alcanzó en el siglo XI y en los siguientes XII y XIII.

Y hace ver Huici que lo realmente curioso es que esos dos reyezuelos, Mubarak y Muzafar, eran quienes con anterioridad tenían a su cargo la administración de las Acequias de la Huerta valenciana, descubriéndonos que es «el primer testimonio histórico suministrado por los cronistas árabes de la existencia de este organismo precursor del futuro Tribunal de las Aguas».

Tenemos pues, según Huici, un doble testimonio: el de esos cronistas árabes cuyos nombres son Ibn-Hayyan y su colega de Játiva Ibn-Al-Jatib. Por ellos podemos afirmar, como Huici lo hace, que el Tribunal de las Aguas actual tiene su origen en el mundo árabe. Y démonos cuenta de que Mubarak y Muzafar son administradores de las aguas en 1010, fecha muy cercana a las que dan los investigadores que juzgan que el Tribunal fue creado hacia el año 960.

Y lo que también para nosotros puede ser significativo y honroso es que los primeros reyes de Valencia hayan sido precisamente dos administradores de las Acequias, como diríamos hoy día, dos Síndicos del Tribunal. El Reino de Valencia fue creado desde el primitivo Tribunal de las Aguas.