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Diciembre 2007

Monográficos Hispagua: Año hidrológico 2006-2007

Datos España

Reservas almacenadas

El final del año hidrológico 2006-2007 se cerró en España con una reserva de agua embalsada de 24.571 hectómetros cúbicos, equivalente al 45,4% del total de la capacidad peninsular, según la nota de prensa emitida por el Ministerio de Medio Ambiente el 2 de octubre de 2007.

A pesar de que el año hidrológico recién finalizado puede ser considerado como lluvioso, ya que el conjunto de precipitaciones ha superado el de años anteriores, la recuperación de las reservas de agua no ha sido contempla. De hecho, las cantidades acumuladas son menores que la media anual de los diez últimos años, pese a haber aumentado sensiblemente respecto al año anterior (un 6,7%), como puede observarse en la tabla siguiente:

  RESERVA TOTAL EMBALSADA
Capacidad
total
Año actual Año anterior Media 10
años
Total Península 54.148 24.571 20.983 26.268

El aumento de las reservas se debe, en buena medida, al aumento de las precipitaciones (en torno a un 5% respecto al año anterior), aunque las lluvias se han distribuido irregularmente a lo largo del territorio nacional. De hecho, en muchas zonas del sur y este del país, el nivel de precipitaciones disminuyó.

Las cuencas más deficitarias son las del Segura y Júcar (que se encuentran al 13,4% y 16,7% respectivamente) seguidas de las cuencas del Mediterráneo andaluz, que presentan valores del 26,3%. En las cuencas del norte la situación es mucho mejor, ya que las reservas están en torno al 80%.

Precipitaciones

Distribución regional

A diferencia de las dos campañas anteriores, el año hidrológico 2006-2007 resultó ser más húmedo de lo corriente, con una precipitación acumulada de 678 mm., frente al valor estimado como normal, que es de 662 mm.

No obstante, y como ya sucedió en el periodo 2005-2006, la distribución de las lluvias ha sido bastante desigual en la península. Mientras que en buena parte del oeste y centro del país los valores medios han sido ampliamente superados (Castilla y León, Extremadura, Madrid, Galicia y noroeste de Castilla-La Mancha), en el resto de zonas (Cataluña, gran parte de Aragón, sudeste de Castilla-La Mancha y buena parte de Andalucía) no se han alcanzado. La situación ha sido especialmente crítica en Cataluña y la mitad oriental de Andalucía.

El año puede ser considerado especialmente húmedo en Canarias y el centro peninsular, donde los valores superan en más de un 25% los normales; no obstante, en las zonas más afectadas por la falta de lluvias, los niveles has sido hasta un 75% inferiores.

Distribución temporal

El primer trimestre del año hidrológico (septiembre a noviembre) fue, en general, muy húmedo, hasta el punto de superar en un 50% los valores normales. El predominio de vientos del oeste y suroeste provocó que en la vertiente atlántica las precipitaciones fueran muy abundantes, mientras que en el Cantábrico y el Mediterráneo experimentaran un descenso en la pluviosidad. Por tercer año consecutivo, el mes de octubre fue el más lluvioso de todo el año hidrológico.

A partir de diciembre las precipitaciones se recortaron de forma drástica, de manera que, a finales de enero, el superávit de lluvias había desaparecido, hasta igualar el volumen total de lluvias al del año anterior. En diciembre, tan solo Baleares y el norte peninsular superaron los valores medios; en el resto del territorio nacional se puede considerar este periodo como seco o muy seco. No obstante, en enero la situación fue incluso a peor, no alcanzándose ni siquiera el 45% del valor normal. Solamente el sureste peninsular y Canarias quedaron libres de este acusado descenso.

En febrero y marzo las precipitaciones se mantuvieron en niveles medios, aunque con fuertes desigualdades regionales. En febrero, mientras que el resto de España superó los valores medios, Cataluña y el sureste peninsular sufrió una gran escasez de lluvias; la situación se repitió en marzo para Cataluña y el suroeste del territorio, mientras el resto de regiones doblaban incluso los valores normales para marzo.

Con la llegada de la primavera aumentaron las precipitaciones generosamente en el tercio oriental y el centro peninsular. En contraste, el mes de abril fue seco o muy seco Galicia, País Vasco y suroeste de Andalucía. Mayo continuó siendo húmedo, aunque en niveles ligeramente menores. Durante este mes todas las regiones superaron los valores medios a excepción de las zonas mediterráneas, Baleares, norte de Galicia y el extremo oriental de Asturias.

El verano acentúo las desigualdades en las precipitaciones, a pesar de que el volumen total de precipitaciones no fue inferior a la media. El trimestre fue relativamente húmedo en Galicia, las regiones del Cantábrico, Extremadura, el oeste de Andalucía y Castilla-La Mancha, además de algunas áreas de Castilla y León y ambos archipiélagos. En cambio, la mitad suroriental de la península sufrió un verano seco, fundamentalmente en la mitad oriental de Andalucía. El mes más seco del trimestre fue Julio (tan solo 10 mm), en contraste con agosto (27 mm), mucho más húmedo de lo normal.

Este comportamiento pluviométrico tuvo como consecuencia que los suelos del país se mantuvieran más húmedos de los normal en el centro y la mitad occidental de la península, sobre todo durante otoño y los meses de abril y mayo. A partir de junio, y gradualmente, se fueron secando en todo el territorio, con excepción del litoral cantábrico, la mitad norte de Galicia y los Pirineos.

Más información:

Nota de prensa - Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino - Gobierno de España

Datos sobre precipitaciones - Instituto Nacional de Meteorología

 

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