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Introducción

¿Qué es la sequía?

Tipos de sequía

Indicadores de sequía

Desertificación

Breves apuntes históricos de la sequía en España

Consecuencias de la sequía

 

Efectos en España

Gestión y planificación de la sequía

 

Situación en España: Planes de actuación y prevención

 

Medidas adoptadas

La gestión de las sequías en la DMA

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Gestión y planificación de sequías

El carácter lento y progresivo de las sequías hace que solo se hagan evidentes cuando ya se está inmerso en ellas. Este hecho, al no poder predecirlo ni identificarlo, supone un alto riesgo para la toma de decisiones.

Además, una sequía puede finalizar de forma más o menos brusca, con la aparición de un periodo lluvioso, o continuar durante meses e incluso años.

En muchas ocasiones no se buscan las causas y remedios de la sequía hasta que la zona se halla en situación de crisis, lo que conlleva que las medidas sean de emergencia y en ocasiones poco eficientes.

La Guía para la mitigación de los efectos de la sequía de la ICID (1998) indica que en la mayoría de los países en los que la sequía se da con más frecuencia, se han utilizado diversos métodos y medidas para defenderse pero, evaluando estas medidas, se puede afirmar que, en la mayoría de los casos, o han carecido de fundamento o no han estado bien consolidadas.

Mayoritariamente se ha actuado más a posteriori, por emergencia, que con carácter preventivo.

Según la ICID lo medios aplicados para luchar contra los efectos de las sequías pueden clasificarse en:

  • a. Métodos preventivos
  • b. Métodos para reducir daños
  • c. Información sobre el grado de tolerancia

a. Métodos preventivos

Una de las acciones preventivas más importantes es la predicción mediante herramientas de cálculo y uso de indicadores que permiten, tanto determinar de forma continua la aparición y el grado de intensidad de la sequía, como realizar predicciones.

Un servicio continuo de previsión de sequías podría ayudar a los agricultores, a los especialistas en la gestión del agua y a cualquier persona interesada en alcanzar una mejor preparación para afrontar los efectos de la sequía. Los indicadores que continuamente se estén determinando podrían utilizarse como base de cálculo de las ayudas gubernamentales, y de otras medidas que se adoptan para reducir los daños de las sequías.

Según la ICID los métodos de prevención se pueden clasificar en tres grupos, orientados:

1) hacia la oferta
2) hacia la demanda
3) hacia la reducción al mínimo de los impactos y las pérdidas.

1) Medidas orientados hacia la oferta

Hacer mejor uso de los recursos hídricos existentes (almacenamiento en embalses, aguas subterráneas y trasvases, medidas de ahorro, reducción de pérdidas, nuevas fuentes de suministro: desalación, regulación de precipitaciones, reutilización de aguas residuales...)

Dentro de la compleja mejora de los recursos de agua para el suministro ICID menciona la interconexión y ampliación de grandes sistemas de abastecimiento, el uso conjunto de todos los recursos hídricos, y la gestión especial de la nieve y del hielo, que también forman parte de la redistribución temporal de los recursos de agua para suministro.

2) Medidas orientadas hacia la demanda

Se trata de medidas como la modificación de la demanda a nivel de explotación, la reducción al mínimo de las pérdidas por escorrentía, drenaje y evaporación, el cumplimiento de la asignación de las dotaciones de agua, mediante diversos procedimientos específicos, y el análisis de las experiencias extraídas de otras sequías anteriores.

3) Medidas para minimizar los impactos de la sequía

También existen métodos para minimizar los impactos de la sequía, que se utilizan ampliamente, como son el anticiparse a que se produzca, empleando las predicciones y el análisis de datos, investigando la frecuencia y la duración de las sequías en el pasado, y realizando pronósticos y alertando al público para que la sociedad esté mejor preparada frente a tales fenómenos, lo que da como resultado acciones, conscientes y sistemáticas, que pueden ayudar a aliviar sus consecuencias.

También se enmarcan en esta categoría medidas como la repoblación forestal cubriendo de árboles las cimas de las colinas y las partes altas de las cuencas de recepción, y estableciendo fajas forestales contra la pérdida de agua y la erosión para estimular la infiltración.

b. Métodos para reducir daños

Estos métodos, principalmente desarrollados para la agricultura, son el cambio y la elección óptima del uso de la tierra, la modificación de la rotación de cultivos, la selección lógica de las variedades de plantas, o los cambios en las técnicas agrícolas utilizadas.

c. Gestión preventiva del riesgo antes que gestión por emergencia de la crisis

Según el Centro Nacional para la Mitigación de la Sequía (National Drought Mitigation Center) de la Universidad de Nebraska-Lincoln en Estados Unidos, los componentes básicos de un plan contra la sequía son: el monitoreo (monitoring), la evaluación de riesgos (risk assessment) y la mitigación (mitigation).

Han diseñado un plan contra la sequía que incluye una guía de 10 pasos para el planeamiento y gestión preventiva de sequías adaptable a cualquier nivel de administración y características geográficas. Esta guía se desarrolló en 1991 y ha sido revisada en 2000 y 2004. Sus elementos básicos son:

10 pasos para el planeamiento y gestión preventiva de la sequía

Paso 1: Designar una unidad responsable

Paso 2: Definir el propósito y los objetivos del plan de sequía

Paso 3: Procurar la participación de los interesados y resolver sus conflictos

Paso 4: Inventario de recursos e identificación de grupos de riesgo

Paso 5: Redacción del plan de sequía

Paso 6: Identificar las necesidades de investigación y completar lagunas institucionales

Paso 7: Integrar ciencia y planes de acción (política)

Paso 8: Publicitar el plan de preparación ante sequías y desarrollar conciencia pública y retroalimentación

Paso 9: Desarrollar programas educativos

Paso 10: Evaluar y revisar el plan de preparación

En cuanto a cómo elegir herramientas de monitoreo o seguimiento el Centro Nacional para la mitigación de la sequía sugiere que es muy importante identificar los índices de sequía que se van a utilizar y de qué manera.