El proyecto que encargó el Concello de Caldas para ampliar la depuradora y doblar los sistemas de potabilización recibe un impulso con las palabras que trasladaron ayer desde Augas de Galicia al alcalde,Juan Manuel Rey.El regidor obtuvo una respuesta favorable del presidente del Augas de Galicia, con el que conversó ayer, así como de técnicos del organismo autonómico.La decisión final depende,no obstante,de instancias superiores de la Xunta,administración que tendría que poner los fondos necesarios para llevar a cabo la actuación.

El plan fue diseñado por la empresa Espina Obras Hidráulicas bajo petición del Ayuntamiento para encontrar una solución definitiva a los periódicos problemas que surgen en el suministro por la presencia de la cianobacteria microcystis aeruginosa en el embalse de A Baxe. Unos contratiempos que obligan,sobre todo durante los meses de verano, a emplear camiones cisterna para garantizar las cantidades necesarias para el consumo humano.

"Ya han descartado otras opciones y ahora falta por ver cómo se harían los pagos con la empresa", asegura el mandatario caldense. Asimismo, afirma que una de los aspectos que más habrían convencido en Augas de Galicia a la hora de decantarse por esta opción es que se crearían nuevas zonas de captación de aguas mediante pozos. Algo que complementaría la mayor capacidad de la zona de potabilización.

El proyecto que Rey presentó hace poco más de un mes y que posteriormente remitió a la Xunta comprende una mejora de la instalación actual que se llevaría a cabo, según plantean en el Ayuntamiento, en dos anualidades. En la primera se realizaría un nuevo depósito para dos millones de litros de agua (en la actualidad existe ya uno para 1,5 millones) y se desdoblaría la potabilizadora. Asimismo, se realizaría esa nueva conducción desde unos pozos ubicados en las inmediaciones de la depuradora y se reformarían los accesos rodados. Todo ello implica la ocupación de más terrenos que son de titularidad de los comuneros de Santa María y también fincas particulares. Con los responsables de todos ellos ya se está negociando. Para esta primera fase se precisarían en torno a 1,2 millones de euros.

La segunda conllevaría la dotación de nuevos procedimientos con Oxígeno transformado en Ozono, cal y dióxido de Carbono para reducir niveles de acidez y corrosividad del agua. Asimismo, se aprovecharía para reubicar algunos servicios y dotar al complejo de nuevas construcciones con el fin de que algunos de los elementos queden al aire libre. Para todo el Gobierno gallego, a través de la Consellería de Medio Ambiente,Territorio e Infraestruturas, tendría que aportar 1,7 millones de euros.