The irrigators raise that the muds of the marsh of Tibi are used like fuel

Fri, 02/10/2009

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Limpiar los fangos que acumula el pantano de Tibi supone el primer paso para su recuperación. Con este objetivo trabajan desde hace meses tanto el Ayuntamiento de esta población como el Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante. La propuesta pasa por implicar a la Generalitat y a la firma Cemex para que gestionen la extracción de los lodos, su secado y su posterior utilización como combustible en la cementera de Alicante.
La planta ya quema los desechos procedentes de depuradoras para aprovechar la energía resultante en el funcionamiento de los hornos. La operación conseguiría un doble ojetivo. Por un lado, un embalse con más de 400 años de antigüedad recuperaría una utilidad plena, puesto que hoy en día la mala calidad del agua lo impide. Por otro, los fangos se reutilizarían.
La idea fue planteada meses atrás al director de la planta de Cemex en Alicante ahora jubilado. Desde entonces los regantes esperan una contestación que aún no ha llegado. El principal escollo está en las características de los fangos, distintas a las que tienen los lodos procedentes de depuradoras. Cemex informó ayer de que no está trabajando sobre este proyecto que implicaría una inversión cercana a los 7 millones de euros.
Según el alcalde de Tibi, Jesús Ferrara, "no sólo habría que financiar la extracción de los lodos sino que habría que alquilar terrenos cercanos al pantano para que se secaran y desde allí poder transportarlos a la cementera". El primer paso sería vaciar el pantano del que actualmente sólo se provecha el 25% porque el resto está cubierto por los fangos.
Hasta ahora las administraciones han demostrado una falta de interés evidente en la recuperación del embalse que serviría para abastecer los campos de L'Alacantí donde se encuentran las principales empresas de producción y exportación de tomates de España.

Recuperación medioambiental

De momento, donde sí parece haber algún avance es en la recuperación medioambiental de la zona, caracterizada por la gran belleza del ecosistema que la compone y situada a tan sólo 30 kilómetros de Alicante. El embalse tiene asignadas unas ayudas que ascienden a 1,5 millones de euros, destinadas a la recuperación de humedales y que desarrollan conjuntamente el Ministerio de Medio Ambiente y la Conselleria. Según explicó ayer el presidente de la comunidad de regantes del Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, Álvaro Montón "la licitación del proyecto se llevará a cabo en breve". Las obras prevén crear en la ermita un centro de interpretación del agua, rehabilitar las edificaciones de la época situadas en el entorno como son la casa del soldado y la del pantanero y crear sendas y rutas verdes.
La parte de recuperación del embalse no ha salido tan bien parada. La administración central sólo ha incluido 50.000 euros en los presupuestos generales del Estado para 2010.
La última vez que se abrió la compuerta de salida para la limpieza del pantano fue en el año 1974. Desde entonces su profundidad ha quedado reducida de 41 a 12 metros. El aterramiento no sólo ha afectado a la capacidad de almacenamiento de agua, sino, lo que es peor, a su calidad, cuando podría ser idónea para el riego, dado el buen sistema de depuración de que disponen los municipios de la Foia de Castalla que vierten sus aguas al pantano.
Con los 3,7 hectómetros cúbicos de capacidad que tiene estando limpio habría suficiente para regar los campos de El Campello, Mutxamel, Sant Joan y parte de Alicante. Ahora, en algunas de ocasiones el caudal rebosa la pared de la presa y acaba en el mar provocando el malestar de los agricultores de la zona.