A coordinator of the ONU denounces the lack of access to water of the population of Gaza
Fri, 04/09/2009
El vicecoordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz de Oriente Próximo, Maxwell Gaylard, subrayó hoy en un comunicado el deterioro de las instalaciones de agua de la Franja de Gaza que provoca que cerca de 10.000 personas no tengan acceso al agua y que el 60 por ciento de la población de estos territorios, de un total estimado en 1,5 millones, tenga un acceso intermitente a la misma.
"El deterioro de estas instalaciones en Gaza está agravando la negación de la dignidad en la Franja de Gaza", afirmó Gaylard en un comunicado emitido junto con la ONG Asociación de Agencias de Desarrollo Internacional (AIDA).
"En el corazón de esta crisis hay un brusco declive en los niveles de vida de las personas de Gaza, caracterizada por la degradación de las infraestructuras básicas y un marcado descenso de la entrega y calidad de los servicios vitales en salud y agua", añade Gaylard.
Gaylard pidió también en este comunicado la apertura inmediata de los puestos fronterizos de Gaza para permitir la entrada de piezas de repuesto y materiales críticos para restaurar los servicios sanitarios y de agua de la zona.
El cierre que impuso Israel en 2007 de los puestos fronterizos de Gaza ha significado que el equipamiento y los suministros necesarios para la construcción, mantenimiento y operación de las instalaciones de sanidad y agua no han podido entrar en la zona, con el consiguiente deterioro de estos servicios.
"Sin tratar las necesidades básicas inmediatas de la población y sin facilitar el desarrollo a largo plazo del agua degradada y del sector sanitario, la sanidad pública y el medioambiente permanecen en un riesgo significativo", afirma el también coordinador humanitario de la ONU.
Entre 50 y 80 millones de litros de aguas residuales sin tratar o parcialmente tratadas se vierten diariamente en el mar Mediterráneo desde enero de 2008, debido al deterioro de las instalaciones que tratan este agua.
"El deterioro de estas instalaciones en Gaza está agravando la negación de la dignidad en la Franja de Gaza", afirmó Gaylard en un comunicado emitido junto con la ONG Asociación de Agencias de Desarrollo Internacional (AIDA).
"En el corazón de esta crisis hay un brusco declive en los niveles de vida de las personas de Gaza, caracterizada por la degradación de las infraestructuras básicas y un marcado descenso de la entrega y calidad de los servicios vitales en salud y agua", añade Gaylard.
Gaylard pidió también en este comunicado la apertura inmediata de los puestos fronterizos de Gaza para permitir la entrada de piezas de repuesto y materiales críticos para restaurar los servicios sanitarios y de agua de la zona.
El cierre que impuso Israel en 2007 de los puestos fronterizos de Gaza ha significado que el equipamiento y los suministros necesarios para la construcción, mantenimiento y operación de las instalaciones de sanidad y agua no han podido entrar en la zona, con el consiguiente deterioro de estos servicios.
"Sin tratar las necesidades básicas inmediatas de la población y sin facilitar el desarrollo a largo plazo del agua degradada y del sector sanitario, la sanidad pública y el medioambiente permanecen en un riesgo significativo", afirma el también coordinador humanitario de la ONU.
Entre 50 y 80 millones de litros de aguas residuales sin tratar o parcialmente tratadas se vierten diariamente en el mar Mediterráneo desde enero de 2008, debido al deterioro de las instalaciones que tratan este agua.