Ni la crisis económica va a detener los proyectos de la Xunta en torno a la construcción de una red de depuradoras de aguas residuales tanto en el interior como en la costa gallega. Así lo advirtió ayer, en Baiona, el titular de la Administración autonómica, Emilio Pérez Touriño, al explicar que el inicio de las obras de la estación que dará servicio a los 36.000 vecinos del municipio pontevedrés de Baiona es el «símbolo» de la apuesta de su Gobierno por la depuración de las aguas y por la política de pro­tección del medioambiente desarrollada por la Xunta.
Ante el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, y ante el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, Pérez Touriño indicó que los 825 millones invertidos en toda Galicia para construir en este mandato un total de 40 nuevas estaciones depuradoras sirven para cumplir la directiva comunitaria por la que todos los municipios de más de 2.000 habitantes debían contar con este servicio desde 2005, además de ejecutar el plan de saneamiento integral de las rías gallegas. Con el 85 por ciento del presupuesto en fase de ejecución, el presidente destacó la capacidad de gestión además de incidir en la trascendencia del plan de saneamiento dentro del proyecto de recuperación de la calidad de las aguas gallegas. También subrayó su contribución de forma trascendente a preservar la riqueza de las rías desde las perspectivas medioambientales, económicas, sociales y turísticas.
Para el titular de la Xunta, la ría de Vigo es la que se encuentra en un momento decisivo por estar en la antesala del inicio de la construcción de su macrodepuradora en la desembocadura del Lagares. Tras apuntar el primer trimestre de 2009 como la fecha de licitación de obras, señaló que éstas comenzarán a final de año para estar concluidas en 2011. Para el conselleiro de Medio Ambiente, el esfuerzo inversor realizado por la Xunta en el «tiempo récord» de tres años es una de las «señas de identidad» de un ejecutivo que desde el inicio ha apostado por el saneamiento de las costas y de las aguas. Vázquez se congratula tanto de que la Administración autonómica esté en la recta final de la directiva comunitaria por la que en 2005 todos los municipios de más de 2.000 habitantes debían contar con infraestructura de saneamiento, como de que el millón de personas que viven en la franja atlántica vean como el agua de sus costas se liberan de contaminación.
Vázquez Almuiña enfatiza la colaboración entre las administraciones para construir una depuradora en servicio hasta 2030.

«La depuradora de Vigo sigue en Coruxo porque aquí no vive ningún pez gordo»

Castigo, injusticia y abuso. De este modo contemplan los vecinos que desde hace diez años padecen el mal funcionamiento de la estación de aguas residuales de Vigo, la decisión de mantener en la desembocadura del río Lagares, a pocos metros de la playa urbana de Samil, la que ya se anuncia como la «madre de todas las depuradoras» .
José Antonio Fernández, uno de los portavoces vecinales que ha liderado la oposición en contra del proyecto que defienden conjuntamente el Ayuntamiento de Vigo y la Consellería de Medio Ambiente, asegura tener claro que la «macrodepuradora» se construye en Vigo porque «aquí no vive ningún pez gordo, porque en el PXOM iba en Bouzas».
Defiende que en el caso de la ciudad olívica las administraciones deberían aplicar la misma solución que la que ya está en marcha en A Coruña, donde se construye una estación fuera del núcleo habitado para dar servicio a un total de cuatro municipios.
«La solución de Vigo también debe pasar por construir una infraestructura para solucionar las necesidades del entorno», explica. «La Xunta nos ha fallado», asegura, tras indicar que carece de sentido que los nuevos emisarios submarinos «sigan vertiendo en medio de la ría y en la antesala de la playa de Samil».
Al rechazar la invitación del alcalde Abel Caballero de viajar para conocer las depuradoras más modernas, Fernández le recuerda que ya han recorrido muchas instalaciones. «Por mi parte que le de el dinero a la gente que tiene problemas para comer tres veces al día»
Baiona > Los más de 22 millones de euros en que está presupuestada la estación depuradora de aguas de Baiona servirán para poner en actividad una instalación que incorpora el proceso de depuración biológico de aireación prolongada considerado como el «más seguro que existe", según el responsable de la constructora