La reutilización de las aguas de la depuradora del Baix Llobregat, ubicada en El Prat, se iniciará el próximo julio. Ahora el agua depurada se envía al fondo del mar a través de un conducto submarino. Frente a la escasez de los recursos hídricos, el Ministerio de Medio Ambiente y la Agencia Catalana del Agua han invertido 100 millones de euros en unas obras que permiten mejorar su calidad y hacerla apta para el riego agrícola y el mantenimiento del caudal del Llobregat y los humedales del delta.
Según las previsiones, se aprovecharán entre 40 y 50 hectómetros cúbicos, una cantidad que reducirá el consumo procedente de los embalses de la cuenca del río. Una de las aplicaciones más espectaculares de la reutilización de las aguas depuradas será el bombeo de éstas desde la estación de El Prat, que se encuentra junto al mar, hasta Sant Joan Despí, donde se volverán a verter al río, que bajará limpio y con suficiente caudal incluso cuando haya sequía. Se calcula que se destinarán unos dos metros cúbicos por segundo a este uso. Esta actuación 'será única en España', explicó ayer Joan Compte, el gerente de Depubaix, la empresa pública que realiza las obras.
Otros 0,75 metros cúbicos servirán para abastecer a los payeses de la margen derecha del río, que durante el periodo de restricciones del verano pasado ya tuvieron que utilizar agua depurada de menor calidad. Las zonas húmedas creadas en la margen derecha del Llobregat, como compensación del impacto ambiental generado por el desvío del tramo final del río, recibirán 0,4 metros cúbicos más para garantizar su mantenimiento durante todo el año.
La reutilización ha implicado ampliar el proceso biológico a que se somete el agua en la depuradora, para garantizar la calidad requerida en los nuevos usos. Las instalaciones han incorporado el llamado tratamiento terciario, que elimina el nitrógeno y el fósforo del líquido, que se hace pasar por un decantador y varios filtros. Posteriormente se le aplica un nuevo proceso de desinfección a través de rayos ultravioleta.
En octubre entrará en servicio la barrera de intrusión salina, el cuarto uso que tendrá la reutilización del agua depurada. En este caso, se bombeará en seis pozos de 60 metros de profundidad ubicados a lo largo de un kilómetro del acuífero delta del Llobregat, con lo que aumentará su nivel. De esta forma se evitará que el agua salada procedente del mar penetre en el subsuelo. El mantenimiento del agua dulce en el embalse natural que existe bajo tierra en la desembocadura del Llobregat, de capacidad equivalente al de la Baells, se contempla como algo necesario para obtener nuevos recursos hídricos para abastecer el área metropolitana.
Plan contra inundaciones
El área metropolitana de Barcelona y la Agencia Catalana del Agua (ACA) han redactado un plan director que propone 233 actuaciones para hacer frente a los problemas de inundaciones. Su ejecución requeriría una inversión de 895 millones de euros.
El plan prevé la construcción de colectores en Sant Boi y Cornellà, la sustitución de puentes en Molins de Rei y obras en los depósitos de Sant Joan Despí y en el colector de la avenida de la Generalitat de Santa Coloma de Gramenet. Asimismo, incluye la creación de 48 depósitos de aguas pluviales, que evitarían que los sistemas de saneamiento habituales se colapsaran durante los días de lluvia. El mantenimiento del sistema de drenaje urbano se calcula en dos millones de euros anuales. El director de la ACA, Manuel Hernández, se refirió al compromiso de la Generalitat en la financiación de estos proyectos. 'La ejecución del plan estará marcada por el ritmo de desarrollo urbanístico del área metropolitana', afirmó Hernández, quien asimismo señaló la necesidad de que en el futuro los promotores públicos y privados se encarguen de asumir la financiación de las redes de saneamiento y los depósitos necesarios, que se deberán incluir en los planes urbanísticos que realicen.