M. Barrio

La empresa adjudicataria de la construcción de la nueva depuradora de Toro ha comenzado el período de pruebas de depuración de aguas, una vez que ya ha finalizado la obra civil de esta estructura, así como de las instalaciones anejas, cuya ejecución se ha desarrollado e forma paralela. La entrada en funcionamiento definitiva se producirá «dentro de unos meses», una vez que concluyan los ensayos, según ha informado el concejal de Obras y Urbanismo, Fernando Caballero.
La nueva estación depuradora multiplicará por diez la capacidad de tratamiento de aguas residuales de la ciudad , puesto que ha sido proyectada para poder depurar los vertidos generados por una población equivalente a 30.000 habitantes. Así las cosas, las nuevas instalaciones vendrán a sustituir a las anteriores, que estaban preparadas para el tratamiento de vertidos generados por un volumen de población de 3.000 habitantes, como ha recordado Fernando Caballero. El concejal ha explicado que este parámetro se obtiene «hallando la media de las aguas residuales producidas por los ciudadanos en sus hogares y las industrias que operan en el municipio», por lo que subraya que «claramente resultaban insuficientes y no se producía una correcta depuración de las aguas residuales». Las pruebas de depuración de las nuevas instalaciones se han iniciado ahora con la puesta en funcionamiento de los distintos bombeos repartidos en varias zonas de la ciudad y del sistema de conducción de vertidos a la depuradora, aunque también se están realizando ensayos en los tanques de depuración y clarificación de la nueva estación, ubicada en la carretera de Pozoantiguo.
Las obras de construcción de la depuradora han durado dos años y han sido sufragadas íntegramente por la Junta de Castilla y León, que ha realizado una inversión cercana a los seis millones de euros. Estas nuevas instalaciones han sido concebidas para una vida útil de 25 años, aunque en función del crecimiento urbanístico que experimente la ciudad se podrán adosar nuevos módulos para regenerar e incluso aumentar la capacidad de la nueva estación que tratará 4.848 metros cúbicos de aguas residuales cada 24 horas.
No obstante, como ha recordado Fernando Caballero, en el contrato de adjudicación fue incluida una cláusula en la que se estipulaba que, una vez finalizada la adecuación de las instalaciones, la empresa concesionaria de las obras debería supervisar el funcionamiento de la estación depuradora durante un período de un año, tiempo que «se estima conveniente para detectar posibles fallos en el funcionamiento o para acometer diversas mejoras en función de las distintas pruebas de depuración que se están realizando», según ha relatado el edil popular. Así las cosas, se espera que la depuradora pueda entrar en funcionamiento dentro de pocos meses, aunque no ha sido marcada una fecha concreta.

Obras de mejora paralelas
Al margen de las obras de construcción de la estación depuradora en sí misma, de forma paralela se han desarrollado diversas obras de mejora en diversos puntos de la ciudad, a fin de «concentrar todo el sistema de aguas residuales», como ha señalado Fernando Caballero, concejal de Obras y Urbanismo. Dentro de ellas se incluye la adecuación de un tanque de depuración junto al Puente de Piedra de la ciudad, que tiene como objeto recoger los vertidos procedentes de la carretera de la estación y de la zona de la Cuesta. Además se han construido dos estaciones de bombeo para eliminar los vertidos del Puerto de la Magdalena y se ha instalado un nuevo colector para recoger los vertidos del Polígono Industrial Norte que serán conducidos a través de un sistema de gravedad hasta la nueva depuradora.
Más recientemente se ha llevado a cabo la ejecución de un nuevo colector de derivación en el barrio toresano de Tagarabuena, el cual evitará los graves problemas de inundaciones que se venían padeciendo en este área de la ciudad, sobre todo en época de fuertes lluvias, como ha recordado el edil. El colecto, construido a la entrada del barrio, permitirá que las aguas residuales de esta zona sean vertidas directamente a la depuradora.

La eliminación de residuos se hará en varias fases y se utilizarán fangos biológicos
El concejal Fernando Caballero ha explicado que el proceso de depuración de aguas que se va a desarrollar en la estación depuradora consta de diversas fases para la eliminación de residuos. Así, en una primera fase se procederá a la separación gradual de los residuos sólidos en suspensión que puedan trasladar las aguas residuales mediante un sistema de tapices. En la segunda etapa se realizará el proceso de desarenado y desengrasado de los vertidos y ya en una tercera fase, las aguas residuales serán tratadas mediante un proceso bioquímico que consiste en la aplicación de una inyección de aire y unas bacterias que generarán una reacción química que provocará la solidificación de la materia orgánica. Con este primer tratamiento, que conlleva la utilización de fangos biológicos, se conseguirá eliminar «la carga más importante de contaminación que posee el agua, en su mayor parte contaminación orgánica». Completada esta fase, «las aguas residuales pasarán a unos tanques de clarificación en los que se realizará la separación completa de la materia orgánica, por lo que el agua que sale de la depuradora cumplirá todos los requisitos para que este agua pueda ser considerado un vertido libre que podrá ser devuelto al medio natural».
Así mismo, la estación depuradora cuenta con un tanque de tormentar que se utilizará para almacenar una aportación extraordinaria de agua en época de lluvias o de tormentas y una vez que descienda el volumen de agua a tratar en la depuradora este líquido acumulado podrá ser igualmente incluido en el circuito de depuración. Las instalaciones cuenta, ademas, con un laboratorio para realizar los análisis de las aguas entrantes y de las que saldrán de la depuradora, a través de los cuales se medirán parámetros como el PH, las cargas químicas y las cargas orgánicas para comprobar que los valores del agua son los ajustados al correcto funcionamiento de la estación.