Valencia only reuses the water of one of each four desalination plants

Mon, 12/12/2005

Heraldo de Aragón

La Comunidad Valenciana sólo reutiliza los caudales de 113 de las 402 plantas depuradoras que tiene en uso y el resto se vierte directamente al mar. Al mismo tiempo que la Generalitat valenciana insiste en que no deben regarse zonas como Monegros o el Canal Segarra-Garrigues porque el agua les corresponde a su Comunidad, se ha hecho público un informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar en el que se expone que en esta cuenca se vierten al mar directamente desde sus depuradoras más de la mitad del agua (163 hectómetros cúbicos) de la que estaba previsto recibir por el derogado trasvase del Ebro (315).

El conjunto de las depuradoras de la Comunidad Valenciana generó en el año 2004 un caudal de 486 hectómetros cúbicos. De ellos, se utilizaron para agricultura y otros usos 323 y el resto fue vertido directamente al mar.

De hecho, sólo se aprovecha al completo el ciento por ciento del agua que se genera en 61 plantas. En 50 más, los usos son desiguales (en 21 de ellas no llega al 25 por ciento) y en las otras 289 no hay ningún tipo de reutilización de los caudales.

En declaraciones al diario "Levante-EMV", fuentes de la Consejería de Infraestructuras de la Generalitat valenciana reconocieron que en la mayoría de los casos no se puede reutilizar el agua porque no existe tratamiento terciario al finalizar el ciclo. Tampoco cuentan con infraestructuras necesarias para, por ejemplo, almacenar caudales en los momentos en los que no existe demanda por parte de los agricultores o cuando llueve y no son necesarios los riegos.

De hecho, de todos los caudales reutilizados, la Generalitat sólo tiene constancia de que 150 hectómetros cúbicos se destinen a la agricultura, dado que no existen más solicitudes.

Contra los nuevos regadíos

Al mismo tiempo, la Generalitat y el PP han vuelto a cargar contra los nuevos regadíos de Monegros y los del Canal Segarra-Garrigues (Lérida). Según aseguran, esta actuación, recogida en el Plan Hidrológico del Ebro y aprobada en 1998 por el Gobierno del PP, implica un supuesto "trasvase del Ebro al desierto". Además, mientras los Monegros se regarán desde los ríos Gállego y Cinca, el Canal Segarra-Garrigues parte del río Segre.

El Partido Popular de la Comunidad Valenciana acusa al Ministerio de Medio Ambiente actual de haber autorizado un trasvase para regar cerca de 100.000 hectáreas en el desierto, con la construcción de canales de hasta 85 kilómetros (el trasvase del Ebro tenía más de 900). Además, rechazan la obra porque supondría dañar hasta diez espacios naturales que tienen un alto valor ambiental.

Según recientes declaraciones del Consejero de Territorio de la Generalitat valenciana, Rafael Blasco, al diario "Las Provincias", estos proyectos demuestran que hay suficiente agua para repartir entre todas las Comunidades que lo requieran. "Estos macroproyectos ponen en evidencia que hay agua de sobra para todos", dijo.

Por otro lado, los responsables de la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en la Comunidad Valenciana aseguran que el agua con la que se van a regar las nuevas hectáreas en las Comunidades de Aragón y Cataluña es prácticamente de su propiedad.

"Es injusto que nos quiten a nosotros el agua porque rompe la cohesión territorial", manifestó Eladio Aniorte, presidente de ASAJA-Alicante, al mismo rotativo hace pocos días.