El trasvase del Ebro podría evitarse si se pusieran en marcha programas de reutilización, depuración de aguas y ahorro urbano. Según un estudio realizado por WWF/Adena para la Comisión Europea, por estos métodos sería posible obtener 1.265 hectómetros cúbicos de caudal, frente a los 1.050 hm3 que se obtendrían con las transferencias previstas del Ebro.