Planteada como una enmienda que introdujo CiU para salvar la cara y evitar, en parte, el enojo que causó en las Terres de l'Ebre, el Gobierno se ha visto ahora en la necesidad de analizar esas propuestas alternativas. Así, mantiene contactos, como reconocieron ayer fuentes del ministerio de Medio Ambiente, con la empresa BRL, con sede en Nimes, interesada en el proyecto del trasvase del Ródano francés