El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, se reunió ayer con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), Ramón Álvarez Maqueda, para repasar obras y proyectos competentes a las dos administraciones. Fijaron plazos en un caso (las marismas de Santoña, Victoria y Joyel), dejaron un segundo asunto en la misma situación que lo heredaron, a la espera de encontrar soluciones (la depuradora de Vuelta Ostrera), y estudiaron el marco general para distribuir nuevas mejoras por toda la región desde ahora hasta, al menos, 2015.

Sobre ese marco general, el Gobierno ha propuesto a la CHC que incluya seis actuaciones en municipios dentro del Plan Nacional de Calidad de las Aguas por un importe conjunto de 38,5 millones de euros. Es una «justa reivindicación que también se ha trasladado al Ministerio de Medio Ambiente», según informó Diego, y que en realidad recoge trabajos ya planteados con anterioridad pero que hasta la fecha no se han llevado a cabo.

Son obras de saneamiento en Alfoz de Lloredo (5,6 millones), Corvera de Toranzo (8,1), Santiurde de Toranzo (7,5), Bareyo (6,4), Ruente (5,2) y Cabuérniga (5,5). De su parte, el Ejecutivo cántabro se compromete en el mismo documento a cofinanciar mejoras de la red en El Gobierno central aprobó el Proyecto General del Saneamiento de las Marismas de Santoña hace una década. La inversión en sus tres fases ha superado los 200 millones de euros.

Comillas y el parque natural de Oyambre (21,4 millones), Ramales de la Victoria (12,1), Entrambasaguas (3,8), Santa María de Cayón (10) y Solórzano (3,9).

Diego se explayó más con las marismas, por tangible e inminente. Comenzó con un prólogo ya habitual: «Quería creer que las deudas del Gobierno (anterior) estaban ya todas conocidas, reconocidas y pendientes de pago muchas de ellas, pero hoy he descubierto una nueva, del orden de cuatro millones de euros en obligaciones contraídas por convenios firmados con la Confederación, en relación precisamente con las marismas de Santoña, Victoria y Joyel, y toda la cuenca del Asón», dijo.

El Ejecutivo pagará, «como no podría ser de otra forma», y a cambio recibirá concluida una de las principales redes de saneamiento de Cantabria, tanto por la inversión que ha supuesto (más de 200 millones de euros), por los años que ha necesitado (una década), por el número de poblaciones que atenderá y por el entorno natural del que logrará sacar los vertidos.

Solo la citada Estación Depuradora de Aguas Residuales costó 28 millones, según recoge la web de la CHC. La EDAR es el nudo gordiano alrededor del cual se han implantado 24 estaciones de bombeo, 12 aliviadores de tormenta, un emisario submarino de 3,5 kilómetros de longitud, 85 kilómetros de tubería, 63 kilómetros de túneles visitables y 1,4 kilómetros de tramo subfluvial también visitable. El Ministerio de Medio Ambiente aprobó el proyecto general en 2002. Las primeras obras fueron adjudicadas en 2004. Todo, para proteger las 3.900 hectáreas de marismas, y atender las necesidades de Ampuero, Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Colindres, Escalante, Laredo, Limpias, Noja, Santoña y Voto. Según Ignacio Diego, a principios de 2013 se podrá dar por concluida la planificación.

El tercer asunto de enjundia fue la depuradora de Vuelta Ostrera, acabada pero sin funcionar porque sobre ella una sentencia judicial de derribo. El presidente regional se refrendó ayer en su intención de no demoler la infraestructura, para lo que negociará con el Estado. Sin novedades pues.

Ignacio Diego se reúne con el presidente de la CHC y anuncia que el saneamiento de las marismas de Santoña acabará en 2013.