La salida de España de la crisis requiere de un cambio de modelo económico, que apueste por una política industrial sólida y sostenible, en un marco competitivo e innovador que logre el acceso de personas y empresas a nuevos mercados. La labor de los Ingenieros es clave en la consolidación de este modelo, que comienza ya a producirse en algunos sectores donde el indicador de la balanza comercial muestra signos positivos para España.
Europa es por fin consciente de la necesidad de apoyar el crecimiento de su tejido industrial y de servicios en un entorno tecnológico avanzado, campo de actuación en el que la ingeniería es indispensable. El ambicioso objetivo de la nueva política debe ser abandonar cuanto antes los índices negativos de crecimiento, a los que también España contribuye en Europa.
España deberá ser un país claramente beneficiario de esa política y los profesionales de la ingeniería tienen un papel esencial, como lo han tenido históricamente en el desarrollo español y hay que evitar la emigración de los jóvenes mejor preparados, que supone transferir el valor añadido de su formación y de sus trabajos a otros países competidores.
Para conseguirlo, nos debemos de preparar para poder aprovechar las ventajas de la política mencionada. En caso contrario, se incrementará el cierre de empresas y la destrucción de empleo productivo.
En esta Cumbre de la Ingeniería Española, señalados representantes de empresas y sectores, definirán nuestras fortalezas, marcarán las líneas maestras a seguir y recomendarán las medidas necesarias, con el claro objetivo de señalar el camino para recuperar el crecimiento con un modelo sostenible.
La aportación de los ingenieros hará más rápida y eficiente la recuperación y por ello esta Cumbre de la Ingeniería quiere expresar a la sociedad española y a los dirigentes políticos, la disposición de los ingenieros a impulsar y a colaborar en las tareas necesarias para conseguir los objetivos descritos