Climate change threatens the Himalayas
Tue, 15/11/2011
Lluvias erráticas, glaciares que se derriten y una biodiversidad amenazada son los síntomas del cambio climático en la cordillera del Himalaya, mientras los Gobiernos de la zona se afanan en hallar soluciones cuanto antes.
De la necesidad de cooperar es ejemplo la Cumbre del Clima por la Vida del Himalaya, que tendrá lugar este fin de semana en Bután con la participación de dirigentes de ese país, la India, Bangladesh y Nepal, para elaborar estrategias de adaptación al cambio climático.
Los expertos constatan que en la cordillera ha descendido la cantidad de nieve caída, y que el aumento de las temperaturas está derritiendo los glaciares, lo que tendrá efectos sobre el caudal de los ríos que nacen en ella.
También pesa una amenaza sobre la fauna y flora de estos montes, que recorren el norte de la India y atraviesan Nepal y Bután, y que según la organización ecologista WWF son una de las áreas de la tierra con una biodiversidad más rica.
"Existe un impacto acelerado de un planeta cada vez más caluroso, presiones insostenibles sobre sus recursos sobre crecientes poblaciones humanas y una extracción insostenible de productos forestales", denunció la organización.
En los montes del Himalaya está documentada la presencia de unas 10.000 especies de plantas, 977 de aves, 300 de mamíferos, 269 de peces de agua dulce, 176 de reptiles y 195 de anfibios.
Y además, algunos grandes animales salvajes, como los elefantes, los tigres o los rinocerontes acostumbran a pasar -inadvertidamente, claro- de un país a otro, por lo que los grupos ecologistas reclaman una acción integral transfronteriza para su protección.
"Necesitamos que los bosques estén conectados para proteger la biodiversidad", dijo desde la capital de Bután el organizador de la Cumbre, Nwang Norbu, en una videoconferencia retransmitida para la prensa en Katmandú.
Esta es la primera vez que se abordan los problemas del Himalaya de manera específica, de ahí que los organizadores de la conferencia depositen ahora alguna esperanza en que sirva para trazar nuevas líneas de actuación.
Aunque según el funcionario Jayaram Adhikari, del Ministerio de Medioambiente nepalí, quedan pendientes flecos organizativos, se sabe que la conferencia tiene cuatro secciones: biodiversidad, alimentación, seguridad energética y la gestión del agua.
Este último asunto es el que concita más preocupación, porque los ríos que nacen en el Himalaya calman la sed de cientos de millones de personas en el subcontinente indio, riegan los cultivos que les alimentan y les proporcionan electricidad.
"Hemos estado trabajando para compartir datos sobre flujos de agua en los ríos, así como sobre la cantidad de lluvia y la temperatura. Hay muy pocos datos científicos disponibles para un análisis apropiado", reconoció Adhikari.
El cambiante ciclo de lluvias ha llevado en el pasado a efectos devastadores en amplias zonas de la India y Bangladesh, donde se han registrado inundaciones, y está teniendo efectos sobre la seguridad alimentaria de los nepalíes y butaneses.
En algunos lugares el monzón, que hace tradicionalmente acto de aparición en el subcontinente en la misma fecha, llega más tarde, mientras que en otras zonas, por ejemplo en el norte de Nepal, ahora llueve más que antes.
"Hay sitios donde las casas solían tener tejados de paja. Así que hay que generar estrategias de adaptación, porque ahora la lluvia podría arrastrarlos, dijo Adhikari.
"El intercambio de tecnología para crear cultivos resistentes a la sequía podría ser una forma de cooperación", mantuvo por su parte Norbu.
En el horizonte de colaboración aparecen también los intercambios energéticos y económicos, porque la India importa energía hidroeléctrica desde Bután y sus empresas han iniciado la construcción de nuevas plantas en Nepal.
Pero esto corre en paralelo con el deshielo de los glaciares y la formación de lagos que amenazan, a poco que se produzcan nuevas fisuras, emplazamientos humanos situados a menor altura.
"Los países no pueden mitigar solos los efectos del cambio climático y necesitamos cooperar, porque eso minimizará los costes y podremos compartir conocimiento, resumió a Efe el portavoz del Ministerio nepalí de Medioambiente, Meena Khanal.
De la necesidad de cooperar es ejemplo la Cumbre del Clima por la Vida del Himalaya, que tendrá lugar este fin de semana en Bután con la participación de dirigentes de ese país, la India, Bangladesh y Nepal, para elaborar estrategias de adaptación al cambio climático.
Los expertos constatan que en la cordillera ha descendido la cantidad de nieve caída, y que el aumento de las temperaturas está derritiendo los glaciares, lo que tendrá efectos sobre el caudal de los ríos que nacen en ella.
También pesa una amenaza sobre la fauna y flora de estos montes, que recorren el norte de la India y atraviesan Nepal y Bután, y que según la organización ecologista WWF son una de las áreas de la tierra con una biodiversidad más rica.
"Existe un impacto acelerado de un planeta cada vez más caluroso, presiones insostenibles sobre sus recursos sobre crecientes poblaciones humanas y una extracción insostenible de productos forestales", denunció la organización.
En los montes del Himalaya está documentada la presencia de unas 10.000 especies de plantas, 977 de aves, 300 de mamíferos, 269 de peces de agua dulce, 176 de reptiles y 195 de anfibios.
Y además, algunos grandes animales salvajes, como los elefantes, los tigres o los rinocerontes acostumbran a pasar -inadvertidamente, claro- de un país a otro, por lo que los grupos ecologistas reclaman una acción integral transfronteriza para su protección.
"Necesitamos que los bosques estén conectados para proteger la biodiversidad", dijo desde la capital de Bután el organizador de la Cumbre, Nwang Norbu, en una videoconferencia retransmitida para la prensa en Katmandú.
Esta es la primera vez que se abordan los problemas del Himalaya de manera específica, de ahí que los organizadores de la conferencia depositen ahora alguna esperanza en que sirva para trazar nuevas líneas de actuación.
Aunque según el funcionario Jayaram Adhikari, del Ministerio de Medioambiente nepalí, quedan pendientes flecos organizativos, se sabe que la conferencia tiene cuatro secciones: biodiversidad, alimentación, seguridad energética y la gestión del agua.
Este último asunto es el que concita más preocupación, porque los ríos que nacen en el Himalaya calman la sed de cientos de millones de personas en el subcontinente indio, riegan los cultivos que les alimentan y les proporcionan electricidad.
"Hemos estado trabajando para compartir datos sobre flujos de agua en los ríos, así como sobre la cantidad de lluvia y la temperatura. Hay muy pocos datos científicos disponibles para un análisis apropiado", reconoció Adhikari.
El cambiante ciclo de lluvias ha llevado en el pasado a efectos devastadores en amplias zonas de la India y Bangladesh, donde se han registrado inundaciones, y está teniendo efectos sobre la seguridad alimentaria de los nepalíes y butaneses.
En algunos lugares el monzón, que hace tradicionalmente acto de aparición en el subcontinente en la misma fecha, llega más tarde, mientras que en otras zonas, por ejemplo en el norte de Nepal, ahora llueve más que antes.
"Hay sitios donde las casas solían tener tejados de paja. Así que hay que generar estrategias de adaptación, porque ahora la lluvia podría arrastrarlos, dijo Adhikari.
"El intercambio de tecnología para crear cultivos resistentes a la sequía podría ser una forma de cooperación", mantuvo por su parte Norbu.
En el horizonte de colaboración aparecen también los intercambios energéticos y económicos, porque la India importa energía hidroeléctrica desde Bután y sus empresas han iniciado la construcción de nuevas plantas en Nepal.
Pero esto corre en paralelo con el deshielo de los glaciares y la formación de lagos que amenazan, a poco que se produzcan nuevas fisuras, emplazamientos humanos situados a menor altura.
"Los países no pueden mitigar solos los efectos del cambio climático y necesitamos cooperar, porque eso minimizará los costes y podremos compartir conocimiento, resumió a Efe el portavoz del Ministerio nepalí de Medioambiente, Meena Khanal.