One plan calls for reducing the risk of flooding in the river Urumea
Wed, 09/11/2011
Pocas veces se pueden evitar las catástrofes naturales, como las crecidas de los ríos vividas este fin de semana en Gipuzkoa, pero sí minimizar su impacto. De hecho, la cuenca del Urumea, una de las zonas más castigadas, dispone de un plan de actuaciones que, una vez ejecutadas, reducirían la inundabilidad del río y minimizarán las posibles afecciones ocasionadas por las riadas en Donostia, Astigarraga y Hernani. Sustitución de puentes, actuaciones sobre meandros, encauzamientos, expropiaciones de pabellones... El objetivo es «dejar respirar al río» y que «las avenidas puedan fluir libremente con los menores obstáculos posibles en caso de crecidas extraordinarias».
Como la actualidad se ha ocupado de recordar, este plan, elaborado durante la legislatura pasada por el Gobierno Vasco, está pendiente de su desarrollo en su totalidad. De hecho, apenas se han puesto en marcha un puñado de las 18 actuaciones concretas -algunas requieren de la coordinación con los ayuntamientos y Aguas del Añarbe- que se realizarán en un área de 15 kilómetros entre el puente de Egia de San Sebastián y la zona de Altzueta de Hernani. El plan sigue vigente, aunque en breve será adaptado para cumplir con una directiva europea sobre evaluación de riesgos de inundaciones, según concretó ayer Iñaki Urrizalki, director general de la Agencia Vasca del Agua, URA.
El paquete de medidas no es nuevo. El Gobierno Vasco presentó a finales de 2005 un avance y la Agencia Vasca del Agua dependiente del departamento de Medio Ambiente, volvió a elaborar otro más amplio a finales de 2008.
El plan, sin calendario de ejecución, contemplaba 18 medidas concretas por un valor de 60 millones de euros. Con ellas, se pretende limitar la afección de la crecida del Urumea, tomando como modelo el período de retorno de los 500, es decir, una colosal riada de un caudal de 800 metros cúbicos por segundo que se produce una vez cada 500 años (en el gráfico de la página siguiente, en verde se aprecia la zona inundable si no se realizaran actuaciones y en azul cómo quedaría si se ejecutara el plan).
El plan incluye la sustitución de ocho puentes en Donostia y Hernani por otros que permitan que el río circule con mayor fluidez. De toda esta lista, actualmente se está ejecutando el derribo de los puentes de Euskotren y del colector en Loiola, que se incluyen dentro de los trabajos de desdoblamiento de la línea de tren entre Loiola e Intxaurrondo. En su lugar, Eusko Trenbide Sarea construirá -cofinanciado con URA- un nuevo puente que no tendrá ningún apoyo sobre el cauce y que acogerá los colectores. Además, según explicó el director de URA, la agencia ha suscrito un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Hernani para la redacción de proyecto de sustitución del puente de Karabel y otras actuaciones en el río.
Asimismo, según señaló Urrizalki, se ha terminado de redactar el proyecto de encauzamiento del Urumea en la zona de Martutene, un proyecto que debe contar con el acuerdo expreso del Ayuntamiento de Donostia, por las posibles afecciones urbanísticas que puede tener».
Recientemente, asimismo, se ha ejecutado además el encauzamiento del río entre el puente de Euskotren en Loiola y el puente de Egia, otro de los candidatos a ser derribados y sustituidos.
El plan incluye otra serie de actuaciones que no se han ejecutado. Entre otras, se contempla la expropiación de pabellones en el meandro de Eziago de Hernani y el traslado de las empresas a otros polígonos. Se da la circunstancia de que en las inundaciones del pasado fin de semana los pabellones de la zona de Eziago resultaron muy afectados por la riada.
El paquete de medidas de la Agencia Vasca del Agua prevé también actuar sobre los meandros de Gartziategi, en Astigarraga, y Akarregi, en Hernani. En ambos casos, se construirá un «cauce artificial», una corta, que acogería el curso del agua en momentos de crecida del río. De esta forma, los meandros se convertirían en «una superficie inundable».
También se contempla eliminar pasarelas sobre el río en Hernani, como la del ferrocarril o las que existen aguas arriba de Karabel. En una de ellas ya no será necesario. Casualmente, la fuerza de la última crecida se llevó por delante la pasarela colgante de Elorrabi.
En todo caso, el plan descarta la aplicar en todo el cauce opciones «meramente agresivas con el río» como el dragado del lecho del río o la «colocación masiva» de diques laterales.
Recientemente, la Agencia Vasca del Agua en colaboración con la Dirección de Atención de Emergencias ha efectuado un diagnóstico de las zonas más vulnerables a las inundaciones en Euskadi, para cumplir con la directiva europea de Evaluación preliminar del riesgo de inundación. En este diagnóstico se determinan cien áreas de mayor riesgo, entre las que se encuentran las partes bajas del Urumea, el Oiartzun y el Oria. Este nuevo diagnóstico y los planes de gestión de riesgo de inundación que se elaboren provocarán que se adapte el plan de actuaciones en el Urumea.
Mientras tanto, URA realiza periódicamente labores de mantenimiento y limpieza de los cauces (retirada de troncos, desbroces selectivos, desobstrucción de puentes...) y trabaja con los ayuntamientos para evitar que aumente el catálogo de áreas residenciales y empresariales en zonas de riesgo.