Los problemas de suministro de agua que ya está provocando en muchos puntos de Galicia el que es el segundo año más seco desde 1960 han llevado a la Xunta a mover fi cha. El Gobierno autónomo, a través del organismo Augas de Galicia, ha encargado un informe pormenorizado de la situación en los concellos más afectados por la sequía para coordinar con esos municipios las restricciones que se aplicarán para garantizar el abastecimiento. Así se acordó en la comisión de seguimiento de las reservas de agua, que quedó constituida ayer con representación de cinco consellerías, Delegación del Gobierno, Fegamp y organismos de cuenca.

El presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, diferenció la situación de las ciudades, que se abastecen de embalses con reservas para 100 días, y la de núcleos rurales que ya limitan el consumo. Menéndez constató que esas restricciones afectan a pequeños sistemas de abastecimiento, comunidades de usuarios y traídas particulares. Esos ámbitos serán objeto de las medidas coordinadas en la comisión de seguimiento. Las limitaciones son una realidad en puntos de Rianxo, Muros, Vilalba o Forcarei, entre otros ayuntamientos. Pero también en Ence, a la que la Xunta ha pedido que use menos caudal de agua.

Aunque el panorama no es tan preocupante en las ciudades, las diferencias del agua embalsada entre las presas del norte y el sur son signifi cativas. Cecebre, que abastece a la ciudad de A Coruña, dispone de reservas para 117 días; y Forcadas, que nutre a Ferrol, tiene para 153. En cambio, Eiras tiene agua para abastecer a Vigo durante 99 días; y Zamáns, del que también beben Nigrán y Baiona, para 84.