The lack of means of irrigation reform threatens the Guadalhorce network

Thu, 13/10/2011

SUR

La burocracia y la falta de medios técnicos y económicos de los agricultores han puesto en jaque el plan de modernización de la red de regadíos del Guadalhorce, que afecta a más de una veintena de comunidades de regantes y a unas 10.000 hectáreas de cultivos en la comarca.

El problema se refiere a las obsoletas infraestructuras del antiguo Iara (Instituto Andaluz de Reforma Agraria), que la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía pretende sustituir por modernos sistemas de riego a presión y por contadores en el marco de la iniciativa Agenda Andaluza del Regadío Horizonte 2015, que plantea una inversión de 1.013,8 millones de euros en toda la región. Sin embargo, las comunidades del Guadalhorce, representadas por la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema), denuncian varias dificultades en la estrategia de la Junta, que pretende que sean los propios agricultores los que se hagan cargo y adelanten el dinero de las obras antes de recibir las subvenciones públicas.

Juan Antonio Aguilar, secretario de Aprema, advierte que la mayoría de las comunidades no tienen capacidad económica para afrontar estos proyectos. Además, subraya que, pese a que la consejería habla de ayudas a fondo perdido, la realidad es que cobrar esas subvenciones no resulta después nada fácil, como le ha sucedido a la comunidad Acequias del Guadalhorce, que, tras pedir un préstamo bancario, tiene pendiente un pago de 3 millones de euros. «Les han comunicado que, por ahora, no le pueden pagar, pero a ellos sí les vencen los créditos», recalca Aguilar.

Pero las dificultades no acaban ahí. Desde Aprema, colectivo que representa a la mayor parte de los 7.000 regantes del Guadalhorce, critican que la Delegación de Agricultura les inste a llevar a cabo estos proyectos pero sin aportar la documentación que demuestre que esas infraestructuras fueron cedidas en su día por la administración a las propias comunidades.

También lamentan las numerosas trabas burocráticas a las que tienen que hacer frente tanto a la hora de constituir reglamentariamente una comunidad y lograr la concesión oficial de las aguas de los pantanos, como cuando se trata de presentar proyectos de mejora de la red, ya que la Junta exige toda clase de documentación, planos catastrales, informes agronómicos, estudios hidrológicos y un largo etcétera.

Juan Antonio Aguilar reseña que todos los regantes están de acuerdo en que modernizar los riegos del Guadalhorce es algo «prioritario, necesario y urgente», pero insiste en que ellos no están preparados «ni personal ni económicamente» para asumir estas actuaciones, y así se lo han comunicado a los delegados de Medio Ambiente y de Agricultura. En este sentido, aboga por que sean estas dos consejerías la que ejecuten los proyectos y cobren el dinero necesario a las comunidades a través de una tarifa de mejora, tal y como se ha hecho en otras regiones como Navarra.

Construcción de una balsa de riego en Coín. millones de euros. Es la cantidad que debe la Junta a la comunidad Acequias del Guadalhorce por la mejora de su red.