Centenares de bañistas se zambullen en la temporada veraniega en la playa de O Val, en Mondariz, ignorando las periódicas fases de alta contaminación de la misma porque la Consellería de Sanidade informa solo a través de su web y el Ayuntamiento oculta toda información al respecto. En ocasiones, como a finales de agosto, la contaminación registrada triplica los valores máximos señalados en la normativa correspondiente de enterococo intestinal y escherichia coli. Pese a ello, el Ayuntamiento incluso promovió la participación en una fiesta que incluía juegos en el agua de la playa.

Durante la temporada de baño, la Consellería de Sanidade realiza controles quincenales, a partir del 31 de mayor, de la salubridad de las aguas. Hasta la fecha se han realizado siete controles, en cuatro de los cuales la presencia de enterococo intestinal y e. coli superaron los límites permitidos. Sanidade hace constar puntualmente esos resultados en su web, aunque señalando la calificación de la playa como "pendiente", y repite los análisis hasta que sus resultados -por la propia regeneración del caudal- le permiten calificarla de "apta". Después, en la secuencia histórica de los análisis, deja en blanco las casillas de los que arrojan resultados que superen la contaminación permitida. De este modo, la única calificación de la playa que aparece durante toda la temporada es la de "apta".

La playa de O Val ya fue marcada en 2008 como una de las tres playas fluviales contaminadas en España. Los ecologistas denuncian que las Administraciones evitan afrontar el problema en su raíz. El saneamiento en Mondariz lo realizan depuradoras portátiles y compactas instaladas por la Diputación Provincial dentro de programas con financiación europea. Mientras, se infrautiliza la depuradora convencional y nueva de Mondariz Balneario.