More than 2.5 million children affected by floods caused by monsoon, according to UNICEF
Tue, 13/09/2011
Unos 2,5 millones de niños se han visto afectados por las inundaciones provocadas por el monzón en el sur de Pakistán, una zona que todavía se está recuperando de las peores inundaciones en la historia registradas el año pasado, según ha advertido este lunes el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), alertando de la necesidad de hacerles llegar ayuda urgente antes de que la situación empeore.
Según el Gobierno paquistaní, las inundaciones han afectado a unos cinco millones de personas en todo el país, pero la provincia de Sindh ha sido la más castigada, con cientos de miles de familias afectadas en 22 de los 23 distritos de la provincia.
Aquí, según los datos preliminares de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, cerca de un millón de hogares han sido destruidos o dañados, más de 200.000 personas están viviendo en más de 1.400 campos de ayuda, donde hay escuelas públicas, y en edificios, tiendas y asentamientos provisionales.
"Los niños son los más vulnerables en una emergencia. En este desastre, muchos están experimentando los devastadores efectos de una emergencia debido a la segunda inundación que se produce en un año. Sus mecanismos para sobrellevar la situación ya eran débiles y su vulnerabilidad elevada", ha alertado el representante de UNICEF en Pakistán, Dan Rohrmann.
"Estamos siendo testigos de una enorme devastación a lo largo de extensas áreas de la provincia de Sindh. Las preocupaciones principales son el acceso a la salud y nutrición, agua potable y protección", ha explicado, haciendo hincapié en que "al comienzo de una emergencia como esta, es fundamental llegar a los niños con intervenciones que pueden salvar sus vidas y ayudarles a volver a la normalidad".
"Las inundaciones, además de apartar a los niños y sus familias de sus hogares, han contaminado pozos y otras fuentes de agua potable, comprometiendo el saneamiento y la higiene, y están contribuyendo a un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea", ha indicado.
Por ello, ha agregado Rohrmann, "es necesario llegar a los niños con agua potable, saneamiento y mensajes sobre higiene así como suministrar servicios sanitarios adicionales para prevenir brotes de enfermedades".
UNICEF ya está trabajando, a petición del Gobierno paquistaní, en estrecha colaboración con la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres y otras agencias de Naciones Unidas, para encargarse de forma urgente de las necesidades humanitarias.
"Nos aseguraremos de que los niños vulnerables reciban ayuda esencial durante y después de esta emergencia, como parte de nuestros compromisos fundamentales en la acción humanitaria. Es vital que tomemos todas las medidas posibles para salvar las vidas de los niños, aliviar su sufrimiento y proteger sus derechos", ha concluido Rohrmann.
Según el Gobierno paquistaní, las inundaciones han afectado a unos cinco millones de personas en todo el país, pero la provincia de Sindh ha sido la más castigada, con cientos de miles de familias afectadas en 22 de los 23 distritos de la provincia.
Aquí, según los datos preliminares de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, cerca de un millón de hogares han sido destruidos o dañados, más de 200.000 personas están viviendo en más de 1.400 campos de ayuda, donde hay escuelas públicas, y en edificios, tiendas y asentamientos provisionales.
"Los niños son los más vulnerables en una emergencia. En este desastre, muchos están experimentando los devastadores efectos de una emergencia debido a la segunda inundación que se produce en un año. Sus mecanismos para sobrellevar la situación ya eran débiles y su vulnerabilidad elevada", ha alertado el representante de UNICEF en Pakistán, Dan Rohrmann.
"Estamos siendo testigos de una enorme devastación a lo largo de extensas áreas de la provincia de Sindh. Las preocupaciones principales son el acceso a la salud y nutrición, agua potable y protección", ha explicado, haciendo hincapié en que "al comienzo de una emergencia como esta, es fundamental llegar a los niños con intervenciones que pueden salvar sus vidas y ayudarles a volver a la normalidad".
"Las inundaciones, además de apartar a los niños y sus familias de sus hogares, han contaminado pozos y otras fuentes de agua potable, comprometiendo el saneamiento y la higiene, y están contribuyendo a un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea", ha indicado.
Por ello, ha agregado Rohrmann, "es necesario llegar a los niños con agua potable, saneamiento y mensajes sobre higiene así como suministrar servicios sanitarios adicionales para prevenir brotes de enfermedades".
UNICEF ya está trabajando, a petición del Gobierno paquistaní, en estrecha colaboración con la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres y otras agencias de Naciones Unidas, para encargarse de forma urgente de las necesidades humanitarias.
"Nos aseguraremos de que los niños vulnerables reciban ayuda esencial durante y después de esta emergencia, como parte de nuestros compromisos fundamentales en la acción humanitaria. Es vital que tomemos todas las medidas posibles para salvar las vidas de los niños, aliviar su sufrimiento y proteger sus derechos", ha concluido Rohrmann.