La Consejería del Mar iniciará este lunes la recogida de muestras en la ría de O Burgo para comprobar los efectos del vertido de más de 30.000 litros de queroseno en la madrugada del pasado 2 de septiembre, procedente de un camión cisterna. Mientras, continúan, por cuarto día, las labores de limpieza, al tiempo que se han intensificado los controles para evitar la presencia de furtivos.

Este lunes un biólogo de la Consejería del Mar se desplazará a la ría para obtener muestras y "a mediados o finales de esta semana" lo harán también técnicos del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) "para conocer el nivel de afectación", han informado a Europa Press fuentes de la citada consejería, que han precisado que los resultados no se conocerán "previsiblemente" hasta finales de la próxima semana.

Mientras, continúa desplegado el dispositivo para la limpieza del queroseno, trabajo del que se encarga la empresa especializada contratada por la propietaria del camión cisterna, en cuyo interior había unos 36.000 litros de este combustible.

TRABAJOS DE LIMPIEZA

Los trabajos, que se están llevando a cabo "día y noche", según el departamento autonómico, se realizan bajo la supervisión de personal de la Consejería del Mar, que cuenta en la zona con la embarcación Paio Gómez Charino y una auxiliar a esta, junto efectivos del Servicio de Guardacostas.

En concreto, se mantienen desplegadas las mantas absorbentes de queroseno, así como las barreras de protección a lo largo de dos kilómetros. Este fin de semana se ha procedido, además, a retirar tierra del entorno del área de servicio de la autopista --donde estaba estacionado el camión-- afectada por el queroseno.

Según el Ayuntamiento de Culleredo, este lunes se procederá al desbroce de zonas comprendidas entre la vía del tren, junto a la ría, y el centro de formación laboral Pablo Picasso, situado a pocos metros del área de servicio, para retirar tierra también afectada por el vertido.

FURTIVOS

Por otra parte, a través del Servicio de Guardacostas, la Consejería del Mar ha intensificado la vigilancia para evitar la presencia de furtivos en la ría. Así, este sábado se expulsó a siete personas y se decomisaron ocho kilos de marisco, mientras que el domingo se hizo lo mismo con otros cinco furtivos.

Paralelamente, la Guardia Civil prosigue con las investigaciones para determinar si la causa del vertido en la ría se debió a un sabotaje, como apuntaron los primeros indicios, o a un intento de robo de combustible.