Monsoon rains drown to the south of Asia

Mon, 05/09/2011

Prensa Latina

En la India, más de 160 personas perecieron a causa de la crecida de los ríos y los deslaves, mientras se estiman en casi cinco millones y medio quienes han perdido sus viviendas o sufrido pérdidas materiales de diverso género.

Los estados más perjudicados son Uttar Pradesh (norte), Bihar y Assam (noreste), donde los rescatistas no alcanzan y a menudo se ven impedidos de hacer su trabajo por la inclemencia del tiempo y el difícil acceso a las áreas anegadas.

"El número de afectados se ha más que duplicado en los últimos 10 días. Hemos enviado equipos para hacer una evaluación más precisa de la situación, pero todo indica que empeorará", advirtió John Roche, representante en el país de la Cruz Roja Internacional.

Solo en Uttar Pradesh quedaron arruinadas unas 300 mil hectáreas de cultivos, principalmente de arroz.

En Pakistán, entretanto, las víctimas mortales sumaban 88 hasta ayer domingo, casi todas por ahogamiento, mientras los damnificados pasaban de ocho millones.

Las provincias más afectadas son las sureñas de Sindh y Punjab, donde el gobierno ha tenido que instalar cientos de campamentos para los refugiados y enviar con carácter urgente alimentos y otros artículos de primera necesidad.

Funcionarios de la Autoridad de Gestión de Desastres indicaron que en las tareas de rescate y socorro intervienen efectivos del Ejército, la Marina y entidades de Naciones Unidas.

En las zonas afectadas el gobierno inició una campaña encaminada a evitar la propagación de la malaria y otras enfermedades asociadas a la proliferación de mosquitos y el consumo de agua contaminada.

La situación es particularmente preocupante en el este de la provincia de Punjab, donde se han reportado más de mil 500 casos de dengue.

Para peor, las entidades meteorológicas pronosticaron que las lluvias continuarán en los próximos días.

El año pasado Pakistán fue asolado por inundaciones sin precedentes. Alrededor de la quinta parte del territorio nacional quedó bajo las aguas, murieron casi dos mil personas y los damnificados se estimaron en 20 millones.

Bangladesh también está bajo al acoso de las lluvias monzónicas: la muy baja zona del suroeste del país, cruzada además por numerosos ríos, se ha convertido prácticamente en una gigantesca laguna y los afectados pasan de un millón y medio.

Aunque las autoridades no han reportado el número exacto de víctimas mortales, medios de prensa las calculan en varias decenas.

"La situación es alarmante, se ha vuelto imposible para muchas personas. Familias enteras están atrapadas en las orillas de los ríos, sin acceso a alimentos o refugio", indicó Tarik Kadir, jefe de Acción contra el Hambre para la zona de Asia.

Vitales para la agricultura y otras actividades económicas, las lluvias monzónicas (junio a septiembre) también suelen provocar grandes desastres en países como la India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y Nepal.

A la pérdida de vidas, la destrucción de los cultivos, viviendas y obras de infraestructura suele seguirle una fatal secuela de enfermedades como la diarrea, la disentería, la malaria y el dengue.