Unlocking the project can start building the dam Mularroya

Tue, 02/08/2011

Heraldo de Aragón

La reciente aprobación de los cambios introducidos en el proyecto del embalse de Mularroya ha permitido empezar a levantar el cuerpo de la presa relanzando así la construcción de este pantano. Las obras no han estado paradas en ningún momento y la CHE siempre ha asegurado que los retrasos en la tramitación administrativa del modificado no estaban afectando a los trabajos. No obstante, en el último año el ritmo inversor se ha reducido prácticamente a la mitad.

En mayo de 2010, dos años después del comienzo de las obras, la certificación de gasto se acercaba a los 20 millones de euros -unos 10 por ejercicio-. Sin embargo, a finales de junio esa cifra se situaba en casi 25 millones, lo que significa que en los últimos 13 meses se han invertido unos 5 millones.

Pese a todo, fuentes próximas al Ministerio de Medio Ambiente aseguran que Mularroya avanza en los plazos previstos. Si no hay más contratiempos, el pantano estará terminado en 2016, lo que unido al programa de llenado permite prever que no se podrá poner en servicio antes de 2018.

En estos cálculos hay que tener en cuenta que una sentencia de la Audiencia Nacional anuló tanto la declaración de impacto ambiental como el proyecto del embalse. Los jueces no ordenaron parar las obras y el Ministerio decidió seguir adelante, pero el fallo y sus repercusiones están pendientes de que se resuelva el recurso ante el Tribunal Supremo.

Mularroya es el tercer mayor pantano del Pacto del Agua gracias a sus 103 hm de capacidad. Se construirá en las inmediaciones de La Almunia, dentro del cauce del río Grío, pero para llenarlo hará falta trasvasar agua desde el Jalón a través de un túnel de casi 13 kilómetros que cruzará por debajo de la autovía de Madrid y que en algunos tramos discurrirá a 500 metros de profundidad. La nueva regulación servirá para regar los cultivos situados en la parte baja de la cuenca del Jalón, mantener los caudales ecológicos y garantizar el abastecimiento urbano e industrial de los municipios de la zona.

La redacción del proyecto y las obras se adjudicaron en febrero de Vista panorámica de las obras, con la ataguía -izquierda- y los cimientos de la futura presa. 2005, pero los trabajos no se iniciaron hasta marzo de 2008. Quince meses después, la Audiencia Nacional anuló la declaración de impacto y el proyecto por no prever medidas correctoras a las afecciones irreversibles del embalse. Un modificado de 25 millones Las obras siguieron adelante, pero en otoño de 2010 trascendió que las empresas adjudicatarias habían solicitado cambiar el proyecto para reducir las afecciones ambientales y los riesgos laborales de la actuación. Se esperaba que Medio Ambiente autorizara el modificado antes de finales de año, pero la aprobación se retrasó durante meses llenando de incertidumbre a los regantes del Jalón, que temían que las obras llegasen a pararse.

Finalmente, el Ministerio dio su visto bueno el pasado 5 de julio, coincidiendo con el desbloqueo del recrecimiento de Yesa y del embalse de Biscarrués. Los cambios introducidos en el proyecto incrementan el presupuesto de Mularroya en casi un 20% -de 129 millones pasa a 154-, y según la CHE no tienen que ver con la sentencia de la Audiencia Nacional.

El organismo de cuenca también asegura que los retrasos en la tramitación del modificado no han lastrado el ritmo de las obras. Sin embargo, el cuerpo de la presa ha empezado a construirse apenas un mes después de que Medio Ambiente aprobara definitivamente los cambios en el embalse.

Hasta ahora, las obras se habían centrado en la excavación de los cimientos de la presa; en la impermeabilización de las laderas; en la construcción del desagüe de fondo y del resto de galerías de hormigón que discurrirán por el interior; en levantar la ataguía que embalsará y canalizará el río Grío durante las obras; y en el desvío de las dos carreteras que se ven afectadas por el nuevo pantano.

Si no hay retrasos importantes, el acarreo de tierras para levantar el cuerpo de la presa durará entre uno y dos años. En 2013 se empezará a excavar el túnel con el que se llenará el embalse, trabajos que durarán unos tres años, y en 2015 se iniciará la construcción del azud que alimentará al túnel. Todas esas actuaciones deberían estar terminadas para 2016. Primeros trabajos de acarreo de gravas para levantar la presa.

La presa. La presa se hará con materiales sueltos. Se han excavado los cimientos, se ha puesto una base de hormigón en el fondo y se han construido el desagüe de fondo y la galería de inspección y drenaje. Los trabajos para impermeabilizar las laderas en las que se apoya están al 80%, y ahora acaba de empezar el acarreo de gravas para levantar el cuerpo de la presa. De momento, la cerrada se ha levantado apenas un metro, pero los trabajos durarán entre uno y dos años hasta alcanzar los 91,5 metros de altura sobre los cimientos. La ataguía. El río Grío se ha embalsado y canalizado con una ataguía que parará las posibles crecidas que se produzcan durante las obras. Mientras la presa se esté construyendo, el río se desviará por el desagüe de fondo. El túnel. El embalse se llenará trasvasando agua desde el Jalón mediante un túnel de casi 13 kilómetros de longitud y 2,9 metros de diámetro. La excavación, mediante una tuneladora, se iniciará en 2013. El azud en el Jalón. El túnel nacerá de un azud de 0,25 hm en el Jalón que empezará a construirse en 2015. Desvíos de carreteras. El embalse obligará a desviar dos carreteras. En una de ellas ya se han construido 5,4 kilómetros del nuevo trazado.