Francia invertirá entre 500 y 1.000 millones de euros para ayudar a los campesinos afectados por la sequía que está sufriendo el país durante esta primavera, que ha secado los campos de cultivo y reducido el suministro de alimentos para animales, según informó este jueves el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

El apoyo incluye exenciones de impuestos por las tierras de unos 300 millones de euros y otros 200 millones de euros de compensación del fondo de catástrofes agrícolas, según confirmó Sarkozy durante una visita a una región del oeste de Francia que sufre la sequía.

Las autoridades también ofrecerán a los campesinos el aplazamiento de un año en el reembolso de los préstamos adquiridos, indicó el presidente francés, quien puntualizó que el coste de esta medida todavía no se había calculado.

En este sentido, el primer ministro, François Fillon, estimó este jueves ante el Parlamento que el coste total de la ayuda a los agricultores será de "cerca de un millón de euros". Por su parte, Sarkozy indicó que "la idea central de lo que vamos a hacer es darle un margen de maniobra en términos de liquidez y aplazar los reembolsos de préstamos por un año".

Antes de las lluvias de la última semana, el período de marzo a mayo en Francia fue el más seco en los últimos 50 años y el más caliente al menos desde 1900,según subrayó Meteo France. Por ello, más de la mitad de los departamentos administrativos de Francia impusieron restricciones de agua, según la información del Ministerio de Medio Ambiente galo.

La sequía también ha afectado otras áreas importantes de cereales del oeste de Europa, incluyendo el norte de Alemania y el sur de Inglaterra, aunque la lluvia ha sido abundante en España.

La Unión Europea se ha comprometido a presentar a mediados de octubre el pago de las subvenciones a los ganaderos, a petición de países como Francia.

El ministro de Agricultura francés, Bruno Le Maire, indicó en mayo que el Gobierno tendría que pagar varios cientos de millones de euros para compensar a los trabajadores del sector primario, principalmente a los ganaderos, quienes se enfrentan a la disminución de los suministros y el aumento de los costes de la alimentación animal.

Francia tiene un fondo de catástrofes agrícolas para compensar a los campesinos cuando se enfrentan a fuertes pérdidas, pero Le Maire informó en mayo de que el Gobierno estaba considerando si la ayuda adicional era necesaria. Asimismo, señaló que el banco francés Credit Agricole ha acordado proporcionar 700 millones de euros en préstamos para ayudar a los ganaderos.

Sarkozy confirmó que el Gobierno pediría a la red ferroviaria nacional y al Ejército que apoye el proyecto para transportar el forraje para los territorios más afectadas.

Asimismo, anunció un plan de cinco años para mejorar la gestión del agua en Francia, incluidas medidas para ampliar su almacenamiento y ayudar a utilizar los recursos de manera más eficiente.