Scientists of the UV consider that the invasion of zebra mussel is irreversible
Thu, 26/05/2011
Un estudio liderado por científicos de la Universitat de València (UV) ha concluido que la invasión del mejillón cebra en los ríos españoles es "prácticamente irreversible" debido, entre otros motivos, a su resistencia a la contaminación y a su prolongado periodo reproductor.
Según ha informado la UV en un comunicado, las conclusiones de esta investigación permitirán diseñar estrategias específicas para el control de esta especie y también nuevas metodologías para luchar contra su expansión en espacios acuáticos naturales o instalaciones cerradas.
Los investigadores de la UV han liderado este proyecto estatal, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino con 690.000 euros, en el que se han analizado once poblaciones españolas de mejillón cebra (Dreissena polymorpha).
Según la responsable del proyecto, la profesora del departamento de Biología Funcional y Antropología Física, Amparo Torreblanca, las poblaciones establecidas en nuestras cuencas "son capaces de adaptar su funcionamiento a diferentes condiciones ambientales, incluyendo la contaminación química, a la vez que muestran un prolongado periodo reproductor".
La elevada tasa de reproducción detectada en el estudio hormonal aconseja que la práctica de actividades deportivas, como por ejemplo el piragüismo, "implique un estricto cumplimiento de las recomendaciones de las confederaciones hidrográficas para evitar su propagación, porque las larvas del mejillón quedan enganchadas a las embarcaciones".
El mejillón cebra es una especie invasora que ha proliferado en ríos y lagos de España y Norteamérica, provenientes de las cuencas de los mares Negro y Caspio, durante las últimas décadas y su llegada supone un grave riesgo ambiental y socioeconómico.
En España, las primeras poblaciones se detectaron en 2001 en el embalse de Flix, desde donde se produjo una progresiva dispersión a otros pantanos de la cuenca del Ebro y otros puntos de gran interés ecológico hasta colonizar completamente esta cuenca, y también se vio afectada la cuenca hidrográfica del Júcar.
La expansión del mejillón cebra no sólo tiene un impacto ambiental por su afección a especies endémicas y el equilibrio ambiental de los ecosistemas, sino también económico.
Amparo Torreblanca recuerda que a los Estados Unidos la invasión de esta especie desde la década de los ochenta ha sido de millones de dólares, mientras que la Confederación Hidrográfica del Ebro ya predijo en 2005 que la expansión del mejillón cebra costaría alrededor de 40 millones de euros en veinte años.
Este molusco "crea importantes problemas y gastos económicos debido a su gran capacidad para obstruir todos tipo de infraestructuras y canalizaciones hídricas", añade la profesora.
Según ha informado la UV en un comunicado, las conclusiones de esta investigación permitirán diseñar estrategias específicas para el control de esta especie y también nuevas metodologías para luchar contra su expansión en espacios acuáticos naturales o instalaciones cerradas.
Los investigadores de la UV han liderado este proyecto estatal, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino con 690.000 euros, en el que se han analizado once poblaciones españolas de mejillón cebra (Dreissena polymorpha).
Según la responsable del proyecto, la profesora del departamento de Biología Funcional y Antropología Física, Amparo Torreblanca, las poblaciones establecidas en nuestras cuencas "son capaces de adaptar su funcionamiento a diferentes condiciones ambientales, incluyendo la contaminación química, a la vez que muestran un prolongado periodo reproductor".
La elevada tasa de reproducción detectada en el estudio hormonal aconseja que la práctica de actividades deportivas, como por ejemplo el piragüismo, "implique un estricto cumplimiento de las recomendaciones de las confederaciones hidrográficas para evitar su propagación, porque las larvas del mejillón quedan enganchadas a las embarcaciones".
El mejillón cebra es una especie invasora que ha proliferado en ríos y lagos de España y Norteamérica, provenientes de las cuencas de los mares Negro y Caspio, durante las últimas décadas y su llegada supone un grave riesgo ambiental y socioeconómico.
En España, las primeras poblaciones se detectaron en 2001 en el embalse de Flix, desde donde se produjo una progresiva dispersión a otros pantanos de la cuenca del Ebro y otros puntos de gran interés ecológico hasta colonizar completamente esta cuenca, y también se vio afectada la cuenca hidrográfica del Júcar.
La expansión del mejillón cebra no sólo tiene un impacto ambiental por su afección a especies endémicas y el equilibrio ambiental de los ecosistemas, sino también económico.
Amparo Torreblanca recuerda que a los Estados Unidos la invasión de esta especie desde la década de los ochenta ha sido de millones de dólares, mientras que la Confederación Hidrográfica del Ebro ya predijo en 2005 que la expansión del mejillón cebra costaría alrededor de 40 millones de euros en veinte años.
Este molusco "crea importantes problemas y gastos económicos debido a su gran capacidad para obstruir todos tipo de infraestructuras y canalizaciones hídricas", añade la profesora.