El Plan de Infraestructuras Estratégicas (PIE) de la Generalitat contempla, en su apartado de infraestructuras hidráulicas, actuaciones para la modernización de regadíos en seis comarcas de la provincia de Alicante: la Marina Alta, la Marina Baixa, El Vinalopó Mitjà, Baix Vinalopó, L'Alacantí y la Vega Baja.
Según ha informado la Generalitat en un comunicado, el objetivo es "lograr una agricultura sostenible" y "compatible con la protección del medio ambiente, los recursos naturales y la propia competitividad de los productos, tanto en precio como en calidad".
El vicepresidente tercero del Consell y conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino ha indicado que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística "constatan que la Comunitat Valenciana es la autonomía más eficiente en el consumo de agua para regadío. Así, en 2009 fue la región en la que más se redujo el volumen de agua de regadío, un 3,9 por ciento menos que en el ejercicio anterior".
Aunque uno de los objetivos básicos de la modernización de regadíos es el ahorro de agua, esta línea de trabajo cuenta también con otros objetivos específicos como son la protección de las aguas y disminución de la contaminación difusa, el aumento de la productividad, la mejora de la eficiencia energética, la recuperación de costes y la mejora de la calidad de vida del regante gracias a la automatización y control.
Según ha destacado Cotino, "en la actualidad el 78 por ciento de los regadíos de la Comunitat Valenciana ya han sido modernizados, pero todavía cabe realizar una serie de actuaciones para aumentar esta superficie".
Las acciones que han de realizarse están encaminadas a continuar con la implantación del riego localizado, modernizar los regadíos históricos y los pequeños regadíos del interior, utilizar nuevas fuentes de recursos, incrementar la capacidad de embalse, mejorar la gestión del riego y mantener todas las obras realizadas.
REGULACIONES DE AGUAS SUPERFICIALES
Concretamente, se desarrollarán actuaciones en la comarca de la Marina Alta, donde están previstas posibles regulaciones de aguas superficiales en el río Girona que servirían para aprovechar estos recursos, así como pequeñas actuaciones, entre las que destacan embalses en Beniarbeig, Parcent y Pedreguer, y algunos bombeos.
En la Marina Baja, a las obras actualmente en marcha para renovación del Canal Bajo del Algar hay que añadir transformaciones a riego localizado en Callosa d'En Sarrià, Benifato y La Vila Joiosa; balsas en Relleu, Orxeta, La Nucia y La Vila Joiosa, así como un depósito en Benidorm para regulación de las aguas desalinizadas.
Las obras del postrasvase Júcar-Vinalopó, centran las actuaciones en el Vinalopó ya que constituyen una de las actuaciones principales de este Plan, estando ya terminadas las correspondientes a la margen derecha y que podrán dar servicio una vez se concluyan las obras de la conducción principal del trasvase. Las obras de la margen izquierda, incluyendo dos grandes balsas en Agost y Monóvar, completarían esta infraestructura.
Además de esas obras, sólo quedan por realizar pequeñas transformaciones en el Vinalopó Mitjà (Monòver y Hondón de los Frailes y SAT San Enrique) y embalses en Algueña y Pinoso, que también son recogidos por este Plan. Por su parte, en L'Alacantí están previstos embalses reguladores y mejoras en la conducción de la Comunidad de Regantes Huerta de Alicante.
Destacan las modernizaciones de Riegos de Levante Margen Izquierda (1er y 3er Canal de Levante, prolongación del 2º de Poniente y completar las transformaciones en Albatera), de Riegos de Levante Margen Derecha, de Carrizales y de San Onofre-Torremendo y de la Comunidad de Regantes de la Pedrera.
Uno de los problemas más complejos en esta zona es el de resolver la modernización de los regadíos tradicionales de la Vega Baja, especialmente por tener los recursos hídricos muy limitados. Este Plan prevé actuaciones en la acequia de Callosa de Segura, y en Granja de Rocamora, así como en el azarbe de Enmedio (Dolores).
Las soluciones preferidas por los regantes pasan por recibir sus caudales concesionales desde el embalse de Crevillent o de la Pedrera, ya que estos dominan la zona regable; sin embargo, esta posibilidad viene condicionada por lo que disponga al respecto el futuro Plan Hidrológico de la demarcación del Segura.