France imposes limits of water consumption to one third of the departments by the drought

Tue, 17/05/2011

Europa Press

Francia ha impuesto límites al consumo de agua a un tercio de los departamentos ante el agravamiento de la prolongada sequía de la que adolece el país, según ha confirmado este lunes la ministra de Medio Ambiente, Nathalie Kosciusco-Morizet.
"Ya estamos en una situación de crisis. La coyuntura actual es la que cabía esperar en julio en cuanto a los niveles de las aguas subterráneas", ha afirmado Kosciusco-Morizet en una rueda de prensa. Dos tercios de las reservas de agua en el subsuelo han experimentado un descenso interanual, mientras que el tercio restante ha mantenido o incluso aumentado sus niveles del año pasado.
El Gobierno francés ha impuesto límites al consumo de agua a 27 de los 98 departamentos administrativos, si bien Kosciusco-Morizet ha asegurado que estas medidas podrían ejecutarse en otros tres más.
Las reservas de agua se han reducido drásticamente y los cultivos de cereales se han visto afectados de forma grave, tras uno de los meses de abril más calurosos y secos de la historia de Francia. Según la meteoróloga Michele Blanchard, no se esperan precipitaciones importantes para las próximas dos semanas.
Las lluvias en abril han sido un 71 por ciento más bajas que la media calculada entre los años 1971 y 2000, ha asegurado el Ministerio de Medio Ambiente citando un informe. El norte del país se está viendo azotado por la peor sequía de los últimos 50 años, ha añadido.
"Las precipitaciones en las próximas semanas serán cruciales", aunque ni siquiera un julio abundante en lluvias lograría transmutar la situación acuífera, ha sostenido Kosciusko-Morizet.
A pesar de que la oficina de agricultura francesa se apresuró a decir la semana pasada que todavía es muy pronto para sacar conclusiones de pérdidas numéricas a causa de la sequía, el Gobierno ha dado por perdida la cosecha de trigo de este año, cuya previsión era muy positiva.
Asimismo, la pasada semana, el ministro de Agricultura francés, Bruno Le Maire, hizo un llamamiento a la UE para suavizar los requisitos medioambientales, a raíz de las medidas tomadas por el Gobierno francés para ayudar a los ganaderos, muy afectados por la subida de los precios del grano a nivel mundial.
Una coyuntura igualmente preocupante se está viviendo en otros países europeos como Alemania y Polonia, así como en Estados Unidos, que también se están viendo forzados a disminuir sus medidas de apoyo a la ganadería.