El agua potable limpia y segura es un elemento esencial para la seguridad sanitaria y el desarrollo socio-económico. El cambio climático global, una población en constante aumento, los requerimientos de agua para la seguridad alimentaria y la rápida urbanización contribuyen a incrementar la escasez de agua y conforman el reto de proporcionar agua potable segura.

En muchas partes del mundo, hay una necesidad de desarrollar y gestionar fuentes alternativas de agua potable. Los avances en la tecnología de membrana han hecho de la desalinización del agua de mar y de las aguas salobres una alternativa cada vez más viable para producir agua potable. Por ejemplo, la desalinización ha ido ganando importancia en el Mediterráneo Oriental, las áreas costeras de Australia, la Costa Oeste de Estados Unidos y muchos pequeños estado insulares como Singapur o las Maldivas. Al mismo tiempo se ha planteado la necesidad de asegurar la seguridad del agua producida con esta tecnología.

Bajo el auspicio del Grupo de Expertos en Calidad del Agua de la Organización Mundial de la Salud, la OMS ha desarrollado este documento guía, que se centra en los riesgos asociados con el proceso de desalinización.