The Cruces starts up their permanent plant of water treatment by 30 million
Thu, 14/04/2011
La compañía Cobre Las Cruces (CLC), que cuenta con un complejo minero entre los términos de los municipios sevillanos de Guillena, Gerena y Salteras, ha puesto en marcha este miércoles su Planta Permanente de Tratamiento de Aguas (PPTA) que, con una inversión de 30 millones de euros, que permitirá depurar el agua que detrae del acuífero Niebla-Posadas para realizar su actividad hasta una calidad "apta para el consumo humano".
En la presentación oficial de esta planta, el director de Gestión de Aguas de CLC, Juan Carlos Baquero, explica que las instalaciones, que ocupan unos 10.000 metros cuadrados, tratarán unos dos o tres millones de metros cúbicos de agua al año y "amplía las garantías que ya se daban con el sistema de drenaje y reinyección (SDR), depurando la calidad natural del acuífero".
Esta planta está contemplada en el Plan Global de Garantías Adicionales y ha sido construida en un año por la Unión Temporal de Empresas (UTE) de MP Medio Ambiente y la estadounidense Harrison Western. La PPTA cuenta ya con dos líneas de tratamiento en marcha, una de aguas de contacto --con depuración de 40 litros por segundo-- y otra del SDR --160 litros por segundo--, y "probablemente" esta semana se cuente con la autorización para la puesta en marcha de las otras dos del SDR.
Las instalaciones, que depuran agua del acuífero, los metales y compuestos presentes de forma natural, se incorpora al SDR en un punto intermedio entre los sondeos de drenaje y de reinyección y se emplea de forma combinada en técnicas de depuración fisico-químicas y de ósmosis inversa, con membranas. Además, dispone de un circuito independiente del destinado a tratamiento de agua de contacto, consecuencia de la actividad minera o de las condiciones climatológicas que hacen que el mineral y los metales entre en contacto con el agua.
La planta dispone de tecnología multibarrera, con prefiltración, ultrafiltración, osmósis inversa y "evaporación forzada2. Las sustancias eliminadas en el proceso de depuración se tratan mediante un filtro-prensa para obtener un residuo final y "fácilmente gestionable que se deposita en la instalación de estériles que ya existe en el recinto minero". Estos estériles secos cuentan con un grado de humedad inferiores al diez por ciento.
El consejero delegado de CLC, Damien Marantelli, ha subrayado que la planta cuenta con las "mejores tecnologías disponibles actualmente" y explica que la operación minera requiere extraer agua del acuífero y reinyectarla "sin daños". "Tenemos límites muy exigentes en reinyección de metales en el acuífero y la PPTA tiene capacidad de tratar el agua hasta niveles de consumo humano. No hay ningún tipo de discusión en la calidad del agua reinyectada", sentencia, tras matizar que esta inversión demuestra el "compromiso" con el medio ambiente de la mina, con 800 millones invertidos y 1.100 puestos de trabajo. "SIN TOQUES DE ATENCIÓN" DE LA JUNTA
En este marco, Baquero advierte de que en materia de aguas "no ha habido toques de atención por parte de la Administración". "La Junta conforme ha ido viendo que estábamos propensos a ir mejorando continuamente nuestro desarrollo y la compatibilidad del sistema minero con el ambiental ha ido pidiéndonos mayores garantías, unas garantías que han sido propuestas por CLC y no impuestas por la Administración", sentencia, tras dejar claro que "ha habido alguna superación de limites, pero nada que conlleve un riesgo o perturbación a la calidad de las aguas, ya que son muy restrictivos".
Así, insiste en que estos límites tan "restrictivos" no existen en otras industrias, "unos limites que en cierta forma estamos respetando porque somos conscientes de que existe una limitación que hay que cumplir".
En cuanto a la compensación de caudales, apuesta por la adquisición de derechos y por la recarga directa al acuífero de "otras aguas tratadas, como algo complementario, algo que parece ir por buen término con la Junta y con lo que se aumentan las garantías existentes". Así, recuerda que CLC ha adquirido ya 1,3 millones de metros cúbicos de agua al año para poder compensar cualquier tipo de detracción.
"CAPTACIÓN DE AGUAS SEGÚN CRITERIOS ESTABLECIDOS"
"Empleamos el listado para captaciones de agua dado por la Junta para poder compensar, de los que provienen esos 1,3 millones de metros cúbicos de agua. Posteriormente, la Junta prefiere o no ha reconocido alguna de esas captaciones. Hemos empleado el mismo parámetro que ellos definieron para captación", concluye.
Además, explica que el tratamiento con una planta de osmósis inversa produce un "rechazo que hay que compensar", siendo en este caso del 2,5 por ciento, "una cantidad ridícula compensada con creces".
DESCENSO DE VERTIDOS DE 0,9 HECTÓMETROS AL GUADALQUIVIR
Baquero que el proyecto tiene una planta hidrometalúrgica que, en un principio, tenía un diseño de vertido al Río Guadalquivir de 1,2 hectómetros cúbicos al año y "CLC hizo un tremendo esfuerzo para un vertido máximo de 0,9 hectómetros cúbicos al año". "Estamos respetándolo, aunque nos esta costando mucho trabajo. Este año se espera verter menos de 0,9, pero una planta de este tipo tiene unas purgas que después de un tratamiento exhaustivo en la planta de neutralización tienen que ser vertidos", advierte.
Asimismo, aclara que la compañía mantiene una política de "autoconsumo del agua de vertido", con recirculación o con el empleo dentro del propio proyecto sin verterse al Guadalquivir. Además, este agua de contacto depurada supone actualmente "la principal fuente de agua de la planta hidrometalúrgica, reduciéndose el uso de aguas tratadas de la EDAR de San Jerónimo".
La mina se encuentra a plena producción, con una extracción de 50.000 metros cúbicos por día y un acumulado de 115 millones de toneladas desde su puesta en funcionamiento en marzo de 2006. Actualmente, se trabaja a una profundidad de 125 metros en la corta, mientras que el acuífero se encuentra a profundidades enmarcadas entre los 105 y los 120 metros.
En la presentación oficial de esta planta, el director de Gestión de Aguas de CLC, Juan Carlos Baquero, explica que las instalaciones, que ocupan unos 10.000 metros cuadrados, tratarán unos dos o tres millones de metros cúbicos de agua al año y "amplía las garantías que ya se daban con el sistema de drenaje y reinyección (SDR), depurando la calidad natural del acuífero".
Esta planta está contemplada en el Plan Global de Garantías Adicionales y ha sido construida en un año por la Unión Temporal de Empresas (UTE) de MP Medio Ambiente y la estadounidense Harrison Western. La PPTA cuenta ya con dos líneas de tratamiento en marcha, una de aguas de contacto --con depuración de 40 litros por segundo-- y otra del SDR --160 litros por segundo--, y "probablemente" esta semana se cuente con la autorización para la puesta en marcha de las otras dos del SDR.
Las instalaciones, que depuran agua del acuífero, los metales y compuestos presentes de forma natural, se incorpora al SDR en un punto intermedio entre los sondeos de drenaje y de reinyección y se emplea de forma combinada en técnicas de depuración fisico-químicas y de ósmosis inversa, con membranas. Además, dispone de un circuito independiente del destinado a tratamiento de agua de contacto, consecuencia de la actividad minera o de las condiciones climatológicas que hacen que el mineral y los metales entre en contacto con el agua.
La planta dispone de tecnología multibarrera, con prefiltración, ultrafiltración, osmósis inversa y "evaporación forzada2. Las sustancias eliminadas en el proceso de depuración se tratan mediante un filtro-prensa para obtener un residuo final y "fácilmente gestionable que se deposita en la instalación de estériles que ya existe en el recinto minero". Estos estériles secos cuentan con un grado de humedad inferiores al diez por ciento.
El consejero delegado de CLC, Damien Marantelli, ha subrayado que la planta cuenta con las "mejores tecnologías disponibles actualmente" y explica que la operación minera requiere extraer agua del acuífero y reinyectarla "sin daños". "Tenemos límites muy exigentes en reinyección de metales en el acuífero y la PPTA tiene capacidad de tratar el agua hasta niveles de consumo humano. No hay ningún tipo de discusión en la calidad del agua reinyectada", sentencia, tras matizar que esta inversión demuestra el "compromiso" con el medio ambiente de la mina, con 800 millones invertidos y 1.100 puestos de trabajo. "SIN TOQUES DE ATENCIÓN" DE LA JUNTA
En este marco, Baquero advierte de que en materia de aguas "no ha habido toques de atención por parte de la Administración". "La Junta conforme ha ido viendo que estábamos propensos a ir mejorando continuamente nuestro desarrollo y la compatibilidad del sistema minero con el ambiental ha ido pidiéndonos mayores garantías, unas garantías que han sido propuestas por CLC y no impuestas por la Administración", sentencia, tras dejar claro que "ha habido alguna superación de limites, pero nada que conlleve un riesgo o perturbación a la calidad de las aguas, ya que son muy restrictivos".
Así, insiste en que estos límites tan "restrictivos" no existen en otras industrias, "unos limites que en cierta forma estamos respetando porque somos conscientes de que existe una limitación que hay que cumplir".
En cuanto a la compensación de caudales, apuesta por la adquisición de derechos y por la recarga directa al acuífero de "otras aguas tratadas, como algo complementario, algo que parece ir por buen término con la Junta y con lo que se aumentan las garantías existentes". Así, recuerda que CLC ha adquirido ya 1,3 millones de metros cúbicos de agua al año para poder compensar cualquier tipo de detracción.
"CAPTACIÓN DE AGUAS SEGÚN CRITERIOS ESTABLECIDOS"
"Empleamos el listado para captaciones de agua dado por la Junta para poder compensar, de los que provienen esos 1,3 millones de metros cúbicos de agua. Posteriormente, la Junta prefiere o no ha reconocido alguna de esas captaciones. Hemos empleado el mismo parámetro que ellos definieron para captación", concluye.
Además, explica que el tratamiento con una planta de osmósis inversa produce un "rechazo que hay que compensar", siendo en este caso del 2,5 por ciento, "una cantidad ridícula compensada con creces".
DESCENSO DE VERTIDOS DE 0,9 HECTÓMETROS AL GUADALQUIVIR
Baquero que el proyecto tiene una planta hidrometalúrgica que, en un principio, tenía un diseño de vertido al Río Guadalquivir de 1,2 hectómetros cúbicos al año y "CLC hizo un tremendo esfuerzo para un vertido máximo de 0,9 hectómetros cúbicos al año". "Estamos respetándolo, aunque nos esta costando mucho trabajo. Este año se espera verter menos de 0,9, pero una planta de este tipo tiene unas purgas que después de un tratamiento exhaustivo en la planta de neutralización tienen que ser vertidos", advierte.
Asimismo, aclara que la compañía mantiene una política de "autoconsumo del agua de vertido", con recirculación o con el empleo dentro del propio proyecto sin verterse al Guadalquivir. Además, este agua de contacto depurada supone actualmente "la principal fuente de agua de la planta hidrometalúrgica, reduciéndose el uso de aguas tratadas de la EDAR de San Jerónimo".
La mina se encuentra a plena producción, con una extracción de 50.000 metros cúbicos por día y un acumulado de 115 millones de toneladas desde su puesta en funcionamiento en marzo de 2006. Actualmente, se trabaja a una profundidad de 125 metros en la corta, mientras que el acuífero se encuentra a profundidades enmarcadas entre los 105 y los 120 metros.