Rivers Project volunteers are instructed on freshwater invertebrates

Fri, 08/04/2011

Por tercer año consecutivo, los voluntarios del Proyecto Ríos asistieron al curso de identificación y clasificación de invertebrados de agua dulce, denominado Formazoom, organizado por el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), en colaboración con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Cantabria.

Esta actividad formativa es fruto del convenio de colaboración, firmado entre la Consejería de Medio Ambiente y la UNED de Cantabria, informó el Gobierno.

Los cursos, impartidos por personal experto en ecología fluvial, comenzaron ayer, miércoles, y se desarrollarán en los laboratorios de UNED de Cantabria, y finalizarán este jueves.

Los asistentes disponen de varias lupas binoculares y material de laboratorio para que puedan profundizar en diversas muestras de macroinvertebrados propios de los ríos de Cantabria.

Además, se cuenta con la ayuda de manuales y guías de identificación específicos de insectos. El curso está impartido por personal experto en ecología fluvial.

Esta actividad se suma a otras iniciativas de formación más veteranas del Proyecto Ríos, como son las salidas formativas de primavera y otoño, previas a las dos campañas anuales de inspección; el programa 'Resclaves', para la identificación de indicios de mamíferos de los ambientes fluviales, y los ciclos formativos sobre flora, fauna y actuaciones humanas en los entornos fluviales.

PROYECTO RÍOS

El Proyecto Ríos La Consejería de Medio Ambiente, a través del CIMA, impulsa el Proyecto Ríos en Cantabria, consistente en una iniciativa de voluntariado ambiental para el diagnóstico y la conservación de los ecosistemas fluviales.

En 2007, el CIMA y la Asociación Hábitats firmaron un convenio de colaboración para el desarrollo del Proyecto en Cantabria que contempla los objetivos de acercar a la población al entorno natural para que conozca el estado de salud de los ríos cántabros, elaborar un informe sobre los ecosistemas fluviales y darlo a conocer a la sociedad, establecer una red ciudadana interesada en la conservación de los ríos, trabajar para mejorar la calidad de los mismos, adoptar responsabilidades respecto a los ecosistemas fluviales, y estimular y potenciar el voluntariado ambiental.

Pueden participar voluntarios a título individual, familias, entidades vinculadas al medio natural (montaña, micología, pesca, deportes acuáticos, senderismo y similares), grupos conservacionistas, entidades públicas, asociaciones vecinales, ciudadanas, culturales o centros educativos.