Galicia surpasses to Asturias in the commitment to purify the stuary of Eo
Sat, 26/03/2011
Ribadeo inauguró ayer su estación depuradora de aguas residuales (EDAR) cumpliendo un compromiso alcanzado entre el Principado y el Gobierno de la Xunta de Galicia para sanear la ría del Eo que comparten ambas comunidades. El acuerdo, suscrito en el marco de la reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón, se hizo público en una reunión entre ambos gobiernos celebrada en Castropol en junio de 2008. Casi tres años después, Ribadeo tiene lista su depuradora mientras que Asturias aún está en fase de tramitación del saneamiento de Castropol y Vegadeo.
De hecho, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Principado confirmó ayer que el proyecto del saneamiento de la margen asturiana del Eo se encuentra en el proceso previo a la licitación. El documento acumula retrasos, pues el último compromiso de licitación, fijado por la propia viceconsejera Belén Fernández en Vegadeo, se fechaba antes del fin del año 2010.
Resulta llamativo que en los discursos del acto celebrado ayer en Ribadeo no se hiciera alusión alguna a la reserva de la Biosfera que comparten Asturias y Galicia. Tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, como el consejero gallego de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, explicaron que la depuradora es fundamental desde el punto de vista medioambiental pero ninguno de ellos se refirió al acuerdo conjunto para actuar en el Eo. Y es que Galicia aún no ha culminado la parte que le corresponde de la tramitación, lo que impide que el órgano rector de la reserva comience a funcionar.
La nueva EDAR ribadense tiene capacidad para tratar las aguas de una población de 30.000 habitantes, el triple del censo actual de Ribadeo. Puede tratar 7.500 metros cúbicos de agua al día, con un caudal medio de 312 metros cúbicos a la hora. Su construcción y mantenimiento suponen un desembolso superior a 18,56 millones de euros.
El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, destacó ayer que la infraestructura, que se pondrá en marcha en los próximos días, sustituye al viejo sistema de depuración ribadense. «Desde los años noventa Ribadeo tenía una depuradora que no era tal, era una estación de pretratamiento donde se quitaba la parte sólida y el resto iba a la boca de la ría por un colector, cuando funcionaba, y cuando no, por los aliviaderos». Para el regidor, la ribadense es una de las mejores depuradoras del país y, sobre todo, representará un paso adelante en la mejora medioambiental de la ría del Eo.
Suárez instó al presidente de la Xunta a completar el saneamiento en las parroquias del interior. En concreto se refirió al ribadense río Grande, que desemboca en el estuario del Eo y que, según la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), es una de las masas de agua en peor estado en la zona eo-naviega, junto con la ría de Navia.
El Alcalde exigió también la mejora de las infraestructuras de la capital -algunas de ellas, como la traída de agua, datan de los años setenta-, que se ha convertido «en una pequeña ciudad que recibe a muchos vecinos de La Mariña y del occidente asturiano».
De hecho, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Principado confirmó ayer que el proyecto del saneamiento de la margen asturiana del Eo se encuentra en el proceso previo a la licitación. El documento acumula retrasos, pues el último compromiso de licitación, fijado por la propia viceconsejera Belén Fernández en Vegadeo, se fechaba antes del fin del año 2010.
Resulta llamativo que en los discursos del acto celebrado ayer en Ribadeo no se hiciera alusión alguna a la reserva de la Biosfera que comparten Asturias y Galicia. Tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, como el consejero gallego de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, explicaron que la depuradora es fundamental desde el punto de vista medioambiental pero ninguno de ellos se refirió al acuerdo conjunto para actuar en el Eo. Y es que Galicia aún no ha culminado la parte que le corresponde de la tramitación, lo que impide que el órgano rector de la reserva comience a funcionar.
La nueva EDAR ribadense tiene capacidad para tratar las aguas de una población de 30.000 habitantes, el triple del censo actual de Ribadeo. Puede tratar 7.500 metros cúbicos de agua al día, con un caudal medio de 312 metros cúbicos a la hora. Su construcción y mantenimiento suponen un desembolso superior a 18,56 millones de euros.
El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, destacó ayer que la infraestructura, que se pondrá en marcha en los próximos días, sustituye al viejo sistema de depuración ribadense. «Desde los años noventa Ribadeo tenía una depuradora que no era tal, era una estación de pretratamiento donde se quitaba la parte sólida y el resto iba a la boca de la ría por un colector, cuando funcionaba, y cuando no, por los aliviaderos». Para el regidor, la ribadense es una de las mejores depuradoras del país y, sobre todo, representará un paso adelante en la mejora medioambiental de la ría del Eo.
Suárez instó al presidente de la Xunta a completar el saneamiento en las parroquias del interior. En concreto se refirió al ribadense río Grande, que desemboca en el estuario del Eo y que, según la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), es una de las masas de agua en peor estado en la zona eo-naviega, junto con la ría de Navia.
El Alcalde exigió también la mejora de las infraestructuras de la capital -algunas de ellas, como la traída de agua, datan de los años setenta-, que se ha convertido «en una pequeña ciudad que recibe a muchos vecinos de La Mariña y del occidente asturiano».