The Government plans to reduce to a 40% the water for the irrigable of the Júcar
Mon, 28/02/2011
El futuro plan de cuenca del Júcar, quizá uno de los documentos de gestión más complicados de elaborar por los muchos intereses que debe coordinar, maneja una previsión que inquieta a los regantes del río agrupados en la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (Usuj). Tal y como prevé el informe que debe servir de base al plan, llamado Esquema de Temas Importantes, en las próximas décadas los agricultores tendrán que conformarse con un 40% menos de agua de la empleada en la actualidad. La intención es pasar de una dotación anual de 725 hectómetros cúbicos a 435, una disminución demasiado elevada para la entidad, que engloba a más de 50.000 propietarios de tierras.
En la actualidad el Esquema se encuentra en la fase de participación pública, un trámite que se prolongará por lo menos hasta que termine el año, según los plazos que maneja la Confederación Hidrográfica del Júcar, encargada de su redacción. Entre las alegaciones que deben ser estudiadas están las presentadas por Usuj, donde apuntan que la Confederación, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, basa sus previsiones en un nivel de modernización de los regadíos superior al existente en la actualidad.
En 2001, en el marco del Convenio de Alarcón, que permitió ceder la gestión de pantano -propiedad de los regantes- al Ministerio de Medio Ambiente, también se aprobó un acuerdo con la Conselleria de Medio Ambiente para implantar el riego por goteo en las comunidades integradas en la asociación.
Según comentó el secretario general de Usuj, Juan Valero de Palma, durante un encuentro con los medios, los trabajos debían ser realizados por el departamento autonómico y por el Ministerio en un plazo de ocho años, y sin embargo sólo se han ejecutado en un 40%. Incluso se da la situación de terrenos donde se han instalado hidrantes, tomas y contadores que no pueden ponerse en funcionamiento porque las redes de transporte para que llegue el agua no están hechas.
El Júcar permite regar 40.000 hectáreas de cultivos valencianos tradicionales como arrozales (13.198 ha), cítricos (22.857), hortalizas (2.578) y frutales (1.720). Pese a la situación, los regantes estarían dispuestos a reducir su dotación actual hasta los 525 hectómetros cúbicos anuales mientras se ejecuta la modernización.
Además, en las alegaciones se deja constancia de que el uso del agua para los arrozales es mínimo, que no se tiene en cuenta que en los cultivos hortícolas se realizan dos o tres cosechas anuales y que en el caso de los cítricos, el consumo real es inferior al calculado por el servicio de tecnología de riego de la Conselleria de Agricultura.
Por otro lado, una de las quejas de Usuj en relación al Esquema es que mientras a ellos se les exige una reducción, no sucede lo mismo con las extracciones de agua que hacen los regantes manchegos en el acuífero de la Mancha Oriental. En este caso, la media se sitúa en 320 hectómetros anuales, mientras que la capacidad de recarga natural de la masa de agua alcanza los 238, que a juicio de la entidad es el máximo que se debería permitir. Al fin y al cabo, el agua que se toma acaba siendo detraída del caudal del río.
En la actualidad el Esquema se encuentra en la fase de participación pública, un trámite que se prolongará por lo menos hasta que termine el año, según los plazos que maneja la Confederación Hidrográfica del Júcar, encargada de su redacción. Entre las alegaciones que deben ser estudiadas están las presentadas por Usuj, donde apuntan que la Confederación, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, basa sus previsiones en un nivel de modernización de los regadíos superior al existente en la actualidad.
En 2001, en el marco del Convenio de Alarcón, que permitió ceder la gestión de pantano -propiedad de los regantes- al Ministerio de Medio Ambiente, también se aprobó un acuerdo con la Conselleria de Medio Ambiente para implantar el riego por goteo en las comunidades integradas en la asociación.
Según comentó el secretario general de Usuj, Juan Valero de Palma, durante un encuentro con los medios, los trabajos debían ser realizados por el departamento autonómico y por el Ministerio en un plazo de ocho años, y sin embargo sólo se han ejecutado en un 40%. Incluso se da la situación de terrenos donde se han instalado hidrantes, tomas y contadores que no pueden ponerse en funcionamiento porque las redes de transporte para que llegue el agua no están hechas.
El Júcar permite regar 40.000 hectáreas de cultivos valencianos tradicionales como arrozales (13.198 ha), cítricos (22.857), hortalizas (2.578) y frutales (1.720). Pese a la situación, los regantes estarían dispuestos a reducir su dotación actual hasta los 525 hectómetros cúbicos anuales mientras se ejecuta la modernización.
Además, en las alegaciones se deja constancia de que el uso del agua para los arrozales es mínimo, que no se tiene en cuenta que en los cultivos hortícolas se realizan dos o tres cosechas anuales y que en el caso de los cítricos, el consumo real es inferior al calculado por el servicio de tecnología de riego de la Conselleria de Agricultura.
Por otro lado, una de las quejas de Usuj en relación al Esquema es que mientras a ellos se les exige una reducción, no sucede lo mismo con las extracciones de agua que hacen los regantes manchegos en el acuífero de la Mancha Oriental. En este caso, la media se sitúa en 320 hectómetros anuales, mientras que la capacidad de recarga natural de la masa de agua alcanza los 238, que a juicio de la entidad es el máximo que se debería permitir. Al fin y al cabo, el agua que se toma acaba siendo detraída del caudal del río.