Los embalses de la cuenca del Segura atraviesan una época dorada con unas reservas desconocidas en los últimos treinta años. Almacenan 779 hectómetros cúbicos y están al 68% de su capacidad total, según datos de la Confederación Hidrográfica. De este volumen hay que descontar 80 hectómetros de embalse muerto. La situación es mejor que la del año pasado por estas fechas, cuando cambió la tendencia y llegaron las lluvias. En aquella ocasión había 628 hectómetros.

Sobre las reservas actuales hay que diferenciar entre los recursos propios del Segura y los procedentes del Trasvase, explicó ayer Joaquín Ezcurra, director técnico de la Confederación. Del total de 779 hectómetros, unos 110 corresponden a los envíos de la cabecera del Tajo. El acueducto va a estar cerrado durante dos meses por obras de reparación, razón por la cual se ha desembalsado el volumen necesario para cubrir las necesidades de este periodo. El embalse del Cenajo, el mayor de la cuenca, contiene en estos momentos 336 hectómetros y está el 77% de su capacidad total, algo inusual desde la década de los 70, precisó Ezcurra.

La cabecera del Tajo también vive una situación extraordinaria de aportaciones si se comparan sus reservas actuales con la escasez de años anteriores. Los embalses de Entrepeñas y Buendía han aumentado doce hectómetros en la última semana y alcanzan los 1.185, el 47,89% de su capacidad, informó ayer el Ministerio. El embalse de Buendía, en la provincia de Cuenca, almacena 639 hectómetros y está al 38,98%. El de Entrepeñas, en Guadalajara, alcanza los 546 hectómetros, que representa el 65,38%. Hace un año, ambos embalses tenían 720 hectómetros y estaban al 29,1%. En total, la cuenca del Tajo acumula 8.081 hectómetros (el 73,41%).