Su puesta en marcha en 2005 permitió hacer frente a la sequía que asoló la Costa del Sol. La planta de tratamiento de agua salada ubicada en Marbella se convirtió entonces en la piedra angular para evitar las restricciones. En la actualidad, la desaladora mantiene en funcionamiento solo una línea de producción pero permanece alerta ante la posible llegada de tiempos peores. De hecho, hoy no solo podría paliar los efectos de la escasez de agua, sino también asegurar el suministro para los residentes y turistas de la zona occidental de la provincia malagueña tras las obras ejecutadas en la estación, que amplían aún más las garantías de abastecimiento que ofrece la desalinizadora marbellí.

Las dos actuaciones de mejora, con una inversión superior a los 5,1 millones de euros, han sido acometidas por la Junta de Andalucía en los sistemas de filtrado y remineralización de la planta desalinizadora y, como novedad más relevante, permiten introducir de forma directa en la red de abastecimiento el líquido procesado en la estación. «Con esta inversión estamos garantizando la capacidad de la zona occidental de la provincia de Málaga para poder dar respuesta a las necesidades de abastecimiento», afirmó la delegada provincial de MedioAmbiente, Remedios Martel, que ayer formalizado la entrega de las nuevas instalaciones a la empresa Acosol, dependiente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental.

Martel explicó que la primera de las actuaciones, con un coste de más de 2,6 millones de euros, ha supuesto una mejora en el sistema de filtrado de la desaladora a través de la instalación de ocho nuevas líneas de producción en las que se ha sustituido el tipo de filtro con objeto de «mejorar la calidad del agua que se ofrece a los ciudadanos». La capacidad de filtrado en la actualidad alcanza los 217 metros cúbicos a la hora, según apuntó la delegada provincial.

Con una inversión superior a los 2,4 millones de euros, la segunda obra ha incluido los trabajos en el sistema de pretratamiento y remineralización del agua de la estación. «Con este sistema podemos poner directamente en la red de abastecimiento todo el agua que se produce en la planta en caso de no poder utilizar, por cualquier eventualidad, el agua procedente de la presa de La Concepción», destacó Martel, que resaltó que las actuaciones, culminadas el pasado año, avalan el suministro de agua «en las mejores condiciones de cantidad y de calidad».

«Es un paso importantísimo para garantizar el abastecimiento de agua en la Costa del Sol en época de sequía», aseguró por su parte el consejero delegado de Acosol, José Bernal, que fue el encargado de recepcionar las obras tras visitar con Martel las instalaciones. El responsable de la empresa pública rechazó que, como ya ocurriera el pasado año, la planta se desconecte el próximo verano, puesto que la paralización de la desaladora acarrea «unos costes muy altos» y se necesitaría además de un plazo de tres meses para su nueva puesta en funcionamiento.