The bottoms of the lakes are "living fossils" of bacteria
Fri, 11/02/2011
Una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que los fondos de los lagos (hipolimnion) albergan hasta un 20 por ciento más de riqueza microbiana endémica en sus estratos inferiores, carentes de oxígeno, que en la capa superior, donde el contacto con la atmósfera crea un hábitat aireado, llamado epilimnion.
Los expertos calculan que actualmente se conoce entre el 1 y el 5 por ciento de las especies bacterianas del planeta. Además, han destacado que su forma de relacionarse entre ellas y con el medio ambiente es una incógnita.
Para comprobar las diferencias en el hipolimnion y el epilimnion, y qué comunidades de bacterias residen en cada uno de estos ambientes, el equipo del CSIC ha analizado el contenido de ambas zonas en 12 lagos del mundo, cinco de ellos en España. Según sus resultados, aproximadamente el 60 por ciento de la diversidad microbiana de los lagos se concentra en el la parte inferior, frente al otro 40 por ciento que permanece en la superior.
El director de la investigación, Emilio Casamayor, ha señalado que "estos ambientes son fósiles vivientes de la situación inicial de la vida en la Tierra, cuando aparecieron las primeras bacterias en ambientes sulfurosos y anóxicos hace unos 3.500 millones de años".
Para explicar este fenómeno, el artículo señala dos hipótesis: la existencia de barreras que impiden o ralentizan la dispersión de las especies anaerobias y favorecen la especiación; y la presencia de una mayor variedad de ambientes en el fondo de los lagos que soporta una mayor diversidad de especies.
Al respecto, los investigadores han señalado que la diferencia en el contenido de oxígeno es la razón más palpable, ya que las especies cuyo metabolismo se basa en compuestos sulfurosos no pueden sobrevivir en la superficie, por lo que quedan confiadas en el fondo de la masa de agua.
Además, han apuntado que los análisis no detectaron ninguna de las especies del hipolimnion en las capas superiores, pero sí al contrario, lo que puede ser consecuencia de un proceso de migración pasiva, según el cual las bacterias de la superficie llegan al fondo por decantación.
Los expertos calculan que actualmente se conoce entre el 1 y el 5 por ciento de las especies bacterianas del planeta. Además, han destacado que su forma de relacionarse entre ellas y con el medio ambiente es una incógnita.
Para comprobar las diferencias en el hipolimnion y el epilimnion, y qué comunidades de bacterias residen en cada uno de estos ambientes, el equipo del CSIC ha analizado el contenido de ambas zonas en 12 lagos del mundo, cinco de ellos en España. Según sus resultados, aproximadamente el 60 por ciento de la diversidad microbiana de los lagos se concentra en el la parte inferior, frente al otro 40 por ciento que permanece en la superior.
El director de la investigación, Emilio Casamayor, ha señalado que "estos ambientes son fósiles vivientes de la situación inicial de la vida en la Tierra, cuando aparecieron las primeras bacterias en ambientes sulfurosos y anóxicos hace unos 3.500 millones de años".
Para explicar este fenómeno, el artículo señala dos hipótesis: la existencia de barreras que impiden o ralentizan la dispersión de las especies anaerobias y favorecen la especiación; y la presencia de una mayor variedad de ambientes en el fondo de los lagos que soporta una mayor diversidad de especies.
Al respecto, los investigadores han señalado que la diferencia en el contenido de oxígeno es la razón más palpable, ya que las especies cuyo metabolismo se basa en compuestos sulfurosos no pueden sobrevivir en la superficie, por lo que quedan confiadas en el fondo de la masa de agua.
Además, han apuntado que los análisis no detectaron ninguna de las especies del hipolimnion en las capas superiores, pero sí al contrario, lo que puede ser consecuencia de un proceso de migración pasiva, según el cual las bacterias de la superficie llegan al fondo por decantación.