Inaugurate the completion of upgrading works on the right bank of the river Miño in Lugo

Thu, 10/02/2011

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño – Sil (CHMS), Francisco Fernández Liñares, acompañado del alcalde de Lugo, José López Orozco, el presidente de la diputación provincial, José Ramón Gómez Besteiro, el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe, y el jefe territorial de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, José María López Vega, ha inaugurado, esta mañana, las obras de terminación del acondicionamiento de la margen derecha del río Miño a su paso por la ciudad de Lugo, que han supuesto una inversión total de 4,76 millones de euros y que han sido cofinanciadas por este Organismo hidráulico, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y Aguas de Galicia.

Esta actuación ha consistido en la construcción de un sendero de zahorra de 2,5 metros de ancho y casi 9 kilómetros de longitud que discurre por la margen derecha del Miño desde su entrada en el municipio de Lugo, en el núcleo de Ombreiro, hasta la ciudad, donde conecta con la red de senderos que se inicia en el Parque del Miño. Así, gracias a esta obra realizada por la Confederación Hidrográfica del Miño – Sil, se puede realizar un recorrido completo por las márgenes de los ríos Fervedoira, Miño y Rato.

Para posibilitar la comunicación entre ambas márgenes del río Miño a su paso por la ciudad de Lugo, se ha construido una pasarela peatonal a la altura del barrio de San Lázaro que se caracteriza por su singular estructura y proceso constructivo, condicionado por la imposición de respetar al máximo el cauce del río evitando su ocupación.

La pasarela sobre el río Miño que hoy se abre a los peatones y cuya inversión ha ascendido a 1,5 millones de euros, cuenta con una estructura colgante, con una luz de 109 metros entre apoyos, y está constituida por dos cables principales de acero que se apoyan en dos pilonos de 23 metros de altura que se anclan, en sus extremos a cuatro macizos de hormigón armado, anclados, a su vez, al terreno mediante una serie de 40 anclajes de barras a la roca. Mediante 104 péndolas verticales de acero se sostiene el tablero de hormigón armado de solo 36 centímetros de espesor y 3,40 metros de ancho.

Las obras de terminación del acondicionamiento de la margen derecha del río Miño también permitieron la ejecución de un paso voladizo entre el Miño y el Balneario, lo que facilita la conexión entre el puente romano y el parque del Miño sin pasar por la N-VI.