International Protection on Campotéjar and Las Morerar lagoons
Tue, 18/01/2011
El entorno de las tablas ha ido cambiando en los últimos años fruto de la evolución económica de la comarca, que ha llevado a la desaparición de los ricos encinares y pastizales de otros tiempos, en favor de una agricultura de regadío en la que predominan los cereales y viñedos, y que resumen, de un solo golpe de vista, la sobreexplotación del acuífero. En la parte más superficial de los tablares se asienta la citada masiega, especie de hojas afiladas, que prefiere las aguas salobres del Cigüela, por lo que es más fácil encontrarla en la zona norte del parque, donde vierte este río, y en el centro de Las Tablas. Destaca por sus cañas altas y plumeros superiores Abunda las altas herbáceas como el carrizo ("Phragmites australis"), que en las zonas más hundidas comparte espacio con las eneas ('Typha domingensis'), formando manchas de extensión irregular en la superficie del tablar. El carrizo se adapta con gran facilidad a los cambios ambientales, y tiene gran poder colonizador, por lo que en los últimos años ha ido ganando terreno a la masiega.
También pueden observarse -aunque en menor número- zarzales, rosales silvestres, y juncales (de donde se saca el junco churrero), que junto con la grama común ocupan los suelos húmedos no salinos.
En las zonas más salinas algunas especies se han adaptado a las condiciones extremas de la sequía y encharcamiento, según el período. Entre ellas destacan la sosa (planta de hojas carnosas), el limonium y el albardín (gramínea de buena altura que se reconoce fácilmente por las vainas). El elemento vegetal de mayor interés ecológico es, sin embargo, el de las comunidades acuáticas, que sirve de alimento a las aves y especies acuáticas, además de cobertura a las larvas de los insectos y anfibios. Estas especies vegetales son diferentes dependiendo de la composición mineral de las aguas y de la velocidad de la corriente. Así, en las aguas tranquilas y someras es fácil encontrar praderas de chara, la ova más común.
En las aguas del Guadiana, de mayor corriente, hay otras clases de ovas, y largas madejas de algas. La jopozorra enraiza en el fondo de las aguas remansadas y crece hasta la superficie. Los ranúnculos forman grandes comunidades que en primavera florecen cubriendo de flores blancas la superficie de las lagunas.
La única especia arbórea del interior del parque es el taray, también llamado taraje, o tamarisco. Más que árbol, puede considerarse como un arbusto, debido a su poco porte. Se caracteriza por sus tortuosas ramificaciones, que llegan a enraizar en el suelo.
La fauna piscícola ha sido quizás una de las más afectada como consecuencia de las desecaciones. De inmediato se redujeron visiblemente las poblaciones de carpas, barbos y lucios. Igual suerte corrieron los anfibios. Sobre todo, para los gallipatos, tritones y salamandras, diezmando en un primer lugar por el lucio y después por el cangrejo americano, verdadero azote de las aguas encharcadizas.
La abundancia de la fauna acuática permite la presencia de algunas especies de mamíferos, como la nutria o la rata de agua. Y, ya en terreno firme, el jabalí, el zorro, el turón y la comadreja.
La escasez de agua ha sido y es una de las principales amenazas del parque, reitera Cirujano, pero advierte de que también lo es la calidad del agua que recibe.A su juicio, la puesta en marcha de nuevas depuradoras que se están terminando y las que se construyan en un futuro próximo en la cuenca del Alto Guadiana deben permitir asegurar una adecuada calidad del agua en los humedales manchegos. El Gobierno central ha dado el visto bueno a la inclusión de cinco humedales en la lista internacional del Convenio Ramsar. De ellos, dos están situados en la Región de Murcia: en Molina de Segura y Mazarrón. Se trata de las lagunas de Campotejar y Las Moreras, ambas de alto valor ecológico.
El 18 de marzo de 1982, España firmó el instrumento de adhesión al 'Convenio relativo a humedales de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas', hecho en Ramsar el 2 de febrero de 1971. En dicho acto de ratificación, inscribió en la citada lista Doñana LasTablas de Daimiel. Desde entonces se han ido incorporando más zonas húmedas al amparo de la protección del Convenio Ramsar. En esta ocasión han sido incluidas las lagunas de Las Moreras y las de Campotéjar, dos humedales que albergan una de las especies más representativas del Levante español:, la malvasía cabeciblanca.
Las lagunas de Las Moreras se localizan en Mazarrón y ocupan una superficie de más de 58 hectáreas. Son tres lagunas situadas en el cauce de la rambla de Las Moreras que almacenan agua de forma permanente. La cabecera del humedal se ha convertido en un lugar importante de invernada y reproducción de aves acuáticas.
Las lagunas de Campotéjar, se encuentran entre Molina de Segura y Lorquí y se extienden por más 58 hectáreas. Constituyen un hábitat de formaciones vegetales características de saladar húmedo e igualmente constituyen una zona de invernada de aves migratorias.
Los otros tres humedales incluidos en la Lista Ramsar, son la ría de Villaviciosa, en Asturias; las saladas de Sástago-Bujaraloz, en Zaragoza, y los Tremedales de Orihuela, en Teruel. Con estas inclusiones, la aportación española al citado convenio internacional alcanza los 73 humedales y las 296.571,95 hectáreas. Estas plantas constituyen el 'césped' del fondo de Las Tablas de Daimiel.
También pueden observarse -aunque en menor número- zarzales, rosales silvestres, y juncales (de donde se saca el junco churrero), que junto con la grama común ocupan los suelos húmedos no salinos.
En las zonas más salinas algunas especies se han adaptado a las condiciones extremas de la sequía y encharcamiento, según el período. Entre ellas destacan la sosa (planta de hojas carnosas), el limonium y el albardín (gramínea de buena altura que se reconoce fácilmente por las vainas). El elemento vegetal de mayor interés ecológico es, sin embargo, el de las comunidades acuáticas, que sirve de alimento a las aves y especies acuáticas, además de cobertura a las larvas de los insectos y anfibios. Estas especies vegetales son diferentes dependiendo de la composición mineral de las aguas y de la velocidad de la corriente. Así, en las aguas tranquilas y someras es fácil encontrar praderas de chara, la ova más común.
En las aguas del Guadiana, de mayor corriente, hay otras clases de ovas, y largas madejas de algas. La jopozorra enraiza en el fondo de las aguas remansadas y crece hasta la superficie. Los ranúnculos forman grandes comunidades que en primavera florecen cubriendo de flores blancas la superficie de las lagunas.
La única especia arbórea del interior del parque es el taray, también llamado taraje, o tamarisco. Más que árbol, puede considerarse como un arbusto, debido a su poco porte. Se caracteriza por sus tortuosas ramificaciones, que llegan a enraizar en el suelo.
La fauna piscícola ha sido quizás una de las más afectada como consecuencia de las desecaciones. De inmediato se redujeron visiblemente las poblaciones de carpas, barbos y lucios. Igual suerte corrieron los anfibios. Sobre todo, para los gallipatos, tritones y salamandras, diezmando en un primer lugar por el lucio y después por el cangrejo americano, verdadero azote de las aguas encharcadizas.
La abundancia de la fauna acuática permite la presencia de algunas especies de mamíferos, como la nutria o la rata de agua. Y, ya en terreno firme, el jabalí, el zorro, el turón y la comadreja.
La escasez de agua ha sido y es una de las principales amenazas del parque, reitera Cirujano, pero advierte de que también lo es la calidad del agua que recibe.A su juicio, la puesta en marcha de nuevas depuradoras que se están terminando y las que se construyan en un futuro próximo en la cuenca del Alto Guadiana deben permitir asegurar una adecuada calidad del agua en los humedales manchegos. El Gobierno central ha dado el visto bueno a la inclusión de cinco humedales en la lista internacional del Convenio Ramsar. De ellos, dos están situados en la Región de Murcia: en Molina de Segura y Mazarrón. Se trata de las lagunas de Campotejar y Las Moreras, ambas de alto valor ecológico.
El 18 de marzo de 1982, España firmó el instrumento de adhesión al 'Convenio relativo a humedales de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas', hecho en Ramsar el 2 de febrero de 1971. En dicho acto de ratificación, inscribió en la citada lista Doñana LasTablas de Daimiel. Desde entonces se han ido incorporando más zonas húmedas al amparo de la protección del Convenio Ramsar. En esta ocasión han sido incluidas las lagunas de Las Moreras y las de Campotéjar, dos humedales que albergan una de las especies más representativas del Levante español:, la malvasía cabeciblanca.
Las lagunas de Las Moreras se localizan en Mazarrón y ocupan una superficie de más de 58 hectáreas. Son tres lagunas situadas en el cauce de la rambla de Las Moreras que almacenan agua de forma permanente. La cabecera del humedal se ha convertido en un lugar importante de invernada y reproducción de aves acuáticas.
Las lagunas de Campotéjar, se encuentran entre Molina de Segura y Lorquí y se extienden por más 58 hectáreas. Constituyen un hábitat de formaciones vegetales características de saladar húmedo e igualmente constituyen una zona de invernada de aves migratorias.
Los otros tres humedales incluidos en la Lista Ramsar, son la ría de Villaviciosa, en Asturias; las saladas de Sástago-Bujaraloz, en Zaragoza, y los Tremedales de Orihuela, en Teruel. Con estas inclusiones, la aportación española al citado convenio internacional alcanza los 73 humedales y las 296.571,95 hectáreas. Estas plantas constituyen el 'césped' del fondo de Las Tablas de Daimiel.