Iberdrola opens two preys of Zamora to alleviate the capacity of the dams
Tue, 11/01/2011
Iberdrola abrió a primera hora de la tarde de ayer las presas de Castro y Villalcampo, en la provincia de Zamora, para aliviar la carga de agua de los dos embalses notablemente elevada en las últimas semanas a causa de las lluvias caídas desde comienzos de noviembre y al deshielo.
Hacía más de tres años que Iberdrola no liberaba agua a través de los aliviaderos, concretamente en el otoño de 2006, cuando se produjo un vertido en el Tera, mientras que la última vez que se abrieron las compuertas de las presas del Duero fue en el año 2003, coincidiendo igualmente con un episodio de importantes precipitaciones, según informó ayer la compañía hidroeléctrica.
Los embalses de Iberdrola en la Cuenca del Duero almacenaban al cierre del año 2010 el 79% de su capacidad máxima frente al 67% del 2009, lo que supone un incremento del 17,4% en su nivel de ocupación. Esto se debe al volumen de agua en el embalse de Almendra ya que es el único hiperanual, es decir, que el tiempo de vaciado es superior a un año mientras que los embalses de régimen anual son aquellos en los que, supuesto el embalse a su capacidad máxima, el vaciado del mismo se realiza en un período inferior a un año como es el caso de Ricobayo o Cernadilla.
Iberdrola obtiene en la cuenca del Duero la mayor parte de su producción hidroeléctrica, si bien es cierto que esta modalidad de energía representa entre el 15 y el 20% del total de producción, casi el mismo porcentaje que se registra en el sistema eléctrico español.
La compañía dispone de dos tipos de embalses: aquellos pequeños por los que el río fluye, en Salamanca es el caso de Aldeadávila y Saucelle y en Zamora de Valparaíso, Agavanzal, Villalcampo y Castro que no presentan apenas oscilaciones. Los otros son aquellos de regulación, de mucho más almacenaje, que son los que presentan más oscilaciones a lo largo del año, ya que dependen de las precipitaciones y del uso que se haga del agua. Es el caso, por ejemplo, de Almendra, en Salamanca, con capacidad para 2.586 hectómetros cúbicos.
Hacía más de tres años que Iberdrola no liberaba agua a través de los aliviaderos, concretamente en el otoño de 2006, cuando se produjo un vertido en el Tera, mientras que la última vez que se abrieron las compuertas de las presas del Duero fue en el año 2003, coincidiendo igualmente con un episodio de importantes precipitaciones, según informó ayer la compañía hidroeléctrica.
Los embalses de Iberdrola en la Cuenca del Duero almacenaban al cierre del año 2010 el 79% de su capacidad máxima frente al 67% del 2009, lo que supone un incremento del 17,4% en su nivel de ocupación. Esto se debe al volumen de agua en el embalse de Almendra ya que es el único hiperanual, es decir, que el tiempo de vaciado es superior a un año mientras que los embalses de régimen anual son aquellos en los que, supuesto el embalse a su capacidad máxima, el vaciado del mismo se realiza en un período inferior a un año como es el caso de Ricobayo o Cernadilla.
Iberdrola obtiene en la cuenca del Duero la mayor parte de su producción hidroeléctrica, si bien es cierto que esta modalidad de energía representa entre el 15 y el 20% del total de producción, casi el mismo porcentaje que se registra en el sistema eléctrico español.
La compañía dispone de dos tipos de embalses: aquellos pequeños por los que el río fluye, en Salamanca es el caso de Aldeadávila y Saucelle y en Zamora de Valparaíso, Agavanzal, Villalcampo y Castro que no presentan apenas oscilaciones. Los otros son aquellos de regulación, de mucho más almacenaje, que son los que presentan más oscilaciones a lo largo del año, ya que dependen de las precipitaciones y del uso que se haga del agua. Es el caso, por ejemplo, de Almendra, en Salamanca, con capacidad para 2.586 hectómetros cúbicos.