Los representantes de las comunidades de regantes del Canal del Pisuerga y del Canal de Villalaco han expresado su «seria preocupación» por la viabilidad de la próxima campaña de riego. Su temor a que haya escasez de agua en la primavera se debe al retraso en las obras que se llevan a cabo en el embalse de Aguilar de Campoo, cuyas reservas están ahora al 12% de su capacidad y en el que no se podrá embalsar hasta que terminen los trabajos.

Representantes de las comunidades de regantes afectadas se reunieron ayer con el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero, quien les comunicó que se espera que el cierre del pantano se produzca el 15 de enero, «aunque sin tener ninguna garantía», según transmite el presidente de la comunidad del Canal del Pisuerga, Luis Alberto Nebreda Solórzano. Además, tal como manifiestan en un comunicado los presidentes de estos colectivos, aunque se cumpliera este plazo, «ya parece muy difícil que vayamos a tener una campaña normal».

Hasta la reunión de ayer, los regantes daban por hecho que el embalse de Aguilar se iba a cerrar a mediados de noviembre, tal como se les había informado desde la Confederación, lo que hubiera dado tiempo a acumular agua suficiente, procedente de las últimas lluvias y nevadas. Ahora, además de desconocer los motivos de un retraso en las obras, que consideran injustificado, ven peligrar la próxima campaña de riego, que se inicia en abril, porque creen que no hay tiempo para embalsar agua suficiente, y eso si a partir de mediados de enero se producen lluvias y nevadas que permitan abastecer el embalse, indica Nebreda.

El sistema de riego del Canal del Pisuerga abarca 10.000 hectáreas de terreno de las provincias de Palencia y Burgos, y el del Canal de Villalanco, otras 4.000 hectáreas en Palencia.