La mayoría de los embalses situados en la provincia de Córdoba, salvo Guadalmellato e Iznájar, superaba ayer el límite de seguridad establecido para el mes de diciembre, por lo que la Agencia Andaluza del Agua deberá continuar con los desembalses ante la previsión de próximas lluvias habituales en este periodo. El episodio de abundantes precipitaciones registrado entre el día 3 y el 8 ha provocado este rebasamiento, ya que todos los pantanos estaban por debajo del límite el pasado 1 de diciembre, a excepción de Vadomojón, que lo superaba un 2%. El nivel de resguardo fijado en el protocolo para laminar las avenidas fluctúa en las distintas presas, aunque suele establecerse en estas fechas entre el 15% y el 20%, no pudiéndose llenar, en estos casos, más del 80 o 85 por ciento de la presa.

La Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía defendió ayer la gestión que ha realizado la Agencia Andaluza del Agua en Córdoba, que había sido criticada por el Ayuntamiento de Córdoba, el PP y organizaciones agrarias como Asaja por los desembalses que se han producido. La Junta afirmó que en los últimos siete días ha desembalsado solo un tercio del agua que han recibido los pantanos de la provincia, ya que han entrado 574 hectómetros cúbicos y han evacuado 194,5. Bembézar ha sido el que ha dejado escapar más agua entre el 1 y el 9 de diciembre (56,8 hectómetros cúbicos), seguido de Puente Nuevo (49,5) y Sierra Boyera (22,4), mientras que Iznájar ha turbinado 12,3. La intensidad de las lluvias y del agua llegada a las presas entre el 3 y el 9 de diciembre se refleja en que los 574 hectómetros cúbicos permitirían abastecer a la ciudad de Córdoba durante más de dos décadas. Asimismo, la Junta precisó que entre el 30 de mayo y el 1 de octubre ha soltado 578 hectómetros cúbicos, frente a los 213,5 que recibieron en estos meses.

En la jornada de ayer había todavía seis pantanos (siete si se incorpora Retortillo) que estaban llenos (Yeguas, Martín Gonzalo, Arenoso, San Rafael de Navallana, Puente Nuevo y Bembézar). Salvo La Breña e Iznájar, todos siguieron desembalsando y abrieron sus compuertas.

La delegada del Gobierno de la Junta en Córdoba, Isabel Ambrosio, afirmó que desde mayo "no hemos dejado de desembalsar para regular el nivel de seguridad". Ambrosio dijo que "es bastante complicado prevenir una alerta naranja que ha durado más de 72 horas". En cuanto a una supuesta falta de información a los residentes en las zonas inundadas en la ciudad de Córdoba, la delegada del Gobierno de la Junta apuntó que "la información ha funcionado, no hay más que ver el resultado". Por su parte, el delegado de Medio Ambiente, Luis Rey, dijo que las inundaciones "no se deben a los desembalses, sino a las abundantes lluvias".

Asaja Córdoba se unió ayer a las críticas a la Agencia del Agua al considerar que había existido "falta de previsión", mientras que Feragua dijo que estudiará si "hay que pedir responsabilidades" por las inundaciones.