The lakes in the world are warming
Fri, 26/11/2010
La investigación, realizada por expertos de la NASA en el Jet Propulsion Laboratory (California), abarca 167 grandes lagos en todo el mundo. Medidas previas tomadas con boyas y con diferentes sensores en órbita confirman esta tendencia, que los científicos relacionan con el cambio climático. Es el primer estudio global de la temperatura de los grandes lagos, afirma la NASA. "Nuestros análisis proporcionan una fuente nueva e independiente para evaluar el cambio climático en tierra firme en todo el mundo", explica el líder de la investigación, Philipp Schneider. "Los resultados tienen implicaciones para los ecosistemas de los lagos, que pueden verse afectados negativamente incluso por cambios pequeños de la temperatura del agua". Esas alteraciones pueden provocar brotes de colonias de algas que conviertan en tóxicas las aguas para los peces o facilitar la proliferación de especies no nativas que alteren los ecosistemas naturales de los lagos.
Schneider y Simon Hook explican en la revista Geophysical Research Letters que han registrado aumentos de temperatura en algunos lagos de hasta 1,8 grados centígrados por década. Aunque la tendencia al calentamiento es general, destacan los valores superiores en los lagos de latitudes medias y altas del hemisferio Norte.
El mayor aumento de temperatura de las aguas se ha registrado en los lagos del Norte de Europa y es menor en el Sureste del continente, en el entorno de los mares Negro y Caspio, con una ligera tendencia a valores más altos hacia el extremo oriente siberiano, Mongolia y el Norte de China. En América del Norte, el calentamiento es ligeramente superior en el Suroeste de Estados Unidos que en la región de los Grandes Lagos. El aumento de temperatura del agua es inferior a la media en los trópicos y en las latitudes medias del hemisferio Sur. Los resultados, destacan los científicos, son coherentes con los efectos del cambio climático.
Las medidas para esta investigación se han tomado con detectores de infrarrojo embarcados en satélites de la Agencia Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA), estadounidense, y de la Agencia Europea del Espacio (ESA), centrándose en temperaturas nocturnas estivales (entre julio y septiembre, en el hemisferio Norte, y ente enero y marzo, en el Sur) porque es más difícil tomar datos globales en las estaciones en que muchos lagos pueden estar helados o cubiertos de nubes.
Schneider y Simon Hook explican en la revista Geophysical Research Letters que han registrado aumentos de temperatura en algunos lagos de hasta 1,8 grados centígrados por década. Aunque la tendencia al calentamiento es general, destacan los valores superiores en los lagos de latitudes medias y altas del hemisferio Norte.
El mayor aumento de temperatura de las aguas se ha registrado en los lagos del Norte de Europa y es menor en el Sureste del continente, en el entorno de los mares Negro y Caspio, con una ligera tendencia a valores más altos hacia el extremo oriente siberiano, Mongolia y el Norte de China. En América del Norte, el calentamiento es ligeramente superior en el Suroeste de Estados Unidos que en la región de los Grandes Lagos. El aumento de temperatura del agua es inferior a la media en los trópicos y en las latitudes medias del hemisferio Sur. Los resultados, destacan los científicos, son coherentes con los efectos del cambio climático.
Las medidas para esta investigación se han tomado con detectores de infrarrojo embarcados en satélites de la Agencia Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA), estadounidense, y de la Agencia Europea del Espacio (ESA), centrándose en temperaturas nocturnas estivales (entre julio y septiembre, en el hemisferio Norte, y ente enero y marzo, en el Sur) porque es más difícil tomar datos globales en las estaciones en que muchos lagos pueden estar helados o cubiertos de nubes.