Recent rains field drought mitigation
Wed, 16/03/2011
Las últimas lluvias caídas en gran parte de las tres provincias paliarán la sequía que actualmente padece el campo en Aragón y que afecta especialmente a las tierras de secano, tras varios meses especialmente parcos en precipitaciones. Sin embargo, a medio plazo, la escasez de nieve en los Pirineos y la Ibérica puede volver a generar problemas de escasez de agua el próximo verano. Hasta el punto de que la Comunidad de Regantes del Alto Aragón no descarta que, de persistir la actual situación, sea preciso establecer cupos para el uso de recursos hídricos.
Las lluvias de ayer tuvieron una distribución muy irregular. Se registraron valores como los 40 litros caídos en partes de las Cinco Villas, los 20 litros del valle del Ebro y otros más bajos o inapreciables en el sur de la comunidad.
"Lloverá todavía durante dos días más", aseguró ayer Gerardo Sanz, jefe de Predicción del Centro Meteorológico Territorial del Ebro, en Zaragoza, que explicó que la borrasca tiene su origen al sur de la Península y viene acompañada de vientos templados y húmedos.
"Estas lluvias son bien recibidas, pero eran ya necesarias hace uno o dos meses", manifestó Manuel Tornos, presidente del sindicato agrario Araga. "En amplias zonas de secano, el cereal no ha llegado a nacer, y en otras en las que ha germinado no ha podido crecer", aseguró.
No obstante, mostró su preocupación por la evolución del maíz, muy necesitado en verano de las reservas de nieve, que ahora están en 1.092 hectómetros cúbicos, en equivalencia de agua, en toda la cuenca del Ebro. Esta cifra solo supone la mitad, aproximadamente, de la que había el año pasado a mediados de marzo y está asimismo por debajo de la media de los cinco últimos años.
"Ahora los embalses van a alcanzar unos niveles muy buenos, pero nos da miedo que la nieve se disuelva antes de tiempo y nos falte agua en julio y agosto", señaló César Trillo, de la Comunidad de Regantes del Alto Aragón. "La nieve que cae en primavera no es tan buena como la del otoño", advirtió.
Por su parte, Gerardo Sanz, del Centro Meteorológico, indicó que la lluvia decaerá a partir del viernes y que el fin de semana entrará otro frente frío, "el último coletazo del invierno".
Las lluvias de ayer tuvieron una distribución muy irregular. Se registraron valores como los 40 litros caídos en partes de las Cinco Villas, los 20 litros del valle del Ebro y otros más bajos o inapreciables en el sur de la comunidad.
"Lloverá todavía durante dos días más", aseguró ayer Gerardo Sanz, jefe de Predicción del Centro Meteorológico Territorial del Ebro, en Zaragoza, que explicó que la borrasca tiene su origen al sur de la Península y viene acompañada de vientos templados y húmedos.
"Estas lluvias son bien recibidas, pero eran ya necesarias hace uno o dos meses", manifestó Manuel Tornos, presidente del sindicato agrario Araga. "En amplias zonas de secano, el cereal no ha llegado a nacer, y en otras en las que ha germinado no ha podido crecer", aseguró.
No obstante, mostró su preocupación por la evolución del maíz, muy necesitado en verano de las reservas de nieve, que ahora están en 1.092 hectómetros cúbicos, en equivalencia de agua, en toda la cuenca del Ebro. Esta cifra solo supone la mitad, aproximadamente, de la que había el año pasado a mediados de marzo y está asimismo por debajo de la media de los cinco últimos años.
"Ahora los embalses van a alcanzar unos niveles muy buenos, pero nos da miedo que la nieve se disuelva antes de tiempo y nos falte agua en julio y agosto", señaló César Trillo, de la Comunidad de Regantes del Alto Aragón. "La nieve que cae en primavera no es tan buena como la del otoño", advirtió.
Por su parte, Gerardo Sanz, del Centro Meteorológico, indicó que la lluvia decaerá a partir del viernes y que el fin de semana entrará otro frente frío, "el último coletazo del invierno".