The CHE detects three breaches in the annual report on Pesticide Monitoring Network, 2010
Tue, 15/03/2011
El informe anual sobre la Red de Control de Plaguicidas de 2010 de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) recoge tres incumplimientos, tras realizar 4.070 análisis en los que se han analizado 37 sustancias en 22 puntos de muestreo y con una frecuencia de cinco tomas anuales.
El estudio precisa que en los tres casos la contaminación agrícola ha sido por Clorpirifós. En concreto, se superó la concentración media anual de referencia en el río Jalón, en el punto de muestreo de Grisén, y en el Barranco de la Clamor Amarga, en el punto de muestro de Zaidín, y en esta última, también se sobrepasó la concentración máxima admisible en el muestreo del mes de julio, ha informado la CHE en un comunicado.
La CHE ha hecho público este lunes el informe, realizado por sexto año consecutivo, por el Área de Calidad de las Aguas para controlar la contaminación de origen agrícola en las aguas superficiales de la Cuenca del Ebro.
Este estudio da cumplimiento a la Directiva Marco del Agua que obliga a los Estados miembros a establecer estaciones de vigilancia para el control de la contaminación causada por sustancias peligrosas aguas abajo de sus puntos de emisión.
Según el estudio de 2010, las estaciones donde se ha obtenido un mayor nivel de plaguicidas son las de Barranco de La Violada, en La Pardina; en el Barranco de La Valcuerna, en Candasnos; en el río Flumen, en Sariñena, y en el Alcanadre, en Ontiñena, y en menor medida, en Clamor Amarga, en Zaidín, y Arba de Luesía, en Tauste.
La CHE ha analizado también la presencia de plaguicidas en las estaciones que controlan puntos donde se capta agua para abastecimiento (red ABASTA). Para ellos, en 2010 se tomó una muestra en 139 estaciones --la red la componen 141-- para analizar la presencia de 37 sustancias.
Los resultados por encima del límite de cuantificación fueron pocos, un por ciento, y en ningún caso la suma total de plaguicidas de un análisis fue superior a 500 ng/L (nanogramos por litro). Estos límites no son de obligado cumplimiento para el agua bruta y con un tratamiento de potabilización adecuado el agua de consumo humano está exenta de plaguicidas, han precisado desde la CHE.
Los resultados completos obtenidos durante el año 2010 y los anteriores de la Red de Control de Plaguicidas, así como las fichas de las estaciones y el mapa de la red se pueden consultar, en formato 'pdf', en la web de la Confederación Hidrográfica del Ebro 'www.chebro.es'.
MUESTREOS
El estudio incluye los 22 puntos de muestreo de la red, la mayoría ubicados en tramos de río que recogen las aguas de escorrentía de las zonas agrícolas, la frecuencia de los muestreos, los parámetros analizados y la metodología empleada, los resultados más relevantes, la evolución temporal de la concentración total de plaguicidas cuantificada en cada estación de muestreo y el estudio de aguas captadas para la producción de agua potable.
El análisis de los plaguicidas se ha realizado en el Laboratorio de Calidad de Aguas de la CHE. Para ello, se ha tomado una muestra mensual en febrero, mayo, junio, julio y septiembre y se han analizado un total de 37 sustancias --32 plaguicidas y 5 compuestos orgánicos que derivan de plaguicidas--.
Los resultados se han interpretado según los criterios de la Directiva 2008/105/CE, por la que se establecen Normas de Calidad Ambiental, una legislación europea más restrictiva en cuanto a valores químicos admisibles, que ha sido recientemente traspuesta a nuestro ordenamiento jurídico, pero que el Organismo ya ha utilizado de referencia. Para ello, se ha realizado un estudio pormenorizado de cada estación con la analítica de todos estos años.
El estudio precisa que en los tres casos la contaminación agrícola ha sido por Clorpirifós. En concreto, se superó la concentración media anual de referencia en el río Jalón, en el punto de muestreo de Grisén, y en el Barranco de la Clamor Amarga, en el punto de muestro de Zaidín, y en esta última, también se sobrepasó la concentración máxima admisible en el muestreo del mes de julio, ha informado la CHE en un comunicado.
La CHE ha hecho público este lunes el informe, realizado por sexto año consecutivo, por el Área de Calidad de las Aguas para controlar la contaminación de origen agrícola en las aguas superficiales de la Cuenca del Ebro.
Este estudio da cumplimiento a la Directiva Marco del Agua que obliga a los Estados miembros a establecer estaciones de vigilancia para el control de la contaminación causada por sustancias peligrosas aguas abajo de sus puntos de emisión.
Según el estudio de 2010, las estaciones donde se ha obtenido un mayor nivel de plaguicidas son las de Barranco de La Violada, en La Pardina; en el Barranco de La Valcuerna, en Candasnos; en el río Flumen, en Sariñena, y en el Alcanadre, en Ontiñena, y en menor medida, en Clamor Amarga, en Zaidín, y Arba de Luesía, en Tauste.
La CHE ha analizado también la presencia de plaguicidas en las estaciones que controlan puntos donde se capta agua para abastecimiento (red ABASTA). Para ellos, en 2010 se tomó una muestra en 139 estaciones --la red la componen 141-- para analizar la presencia de 37 sustancias.
Los resultados por encima del límite de cuantificación fueron pocos, un por ciento, y en ningún caso la suma total de plaguicidas de un análisis fue superior a 500 ng/L (nanogramos por litro). Estos límites no son de obligado cumplimiento para el agua bruta y con un tratamiento de potabilización adecuado el agua de consumo humano está exenta de plaguicidas, han precisado desde la CHE.
Los resultados completos obtenidos durante el año 2010 y los anteriores de la Red de Control de Plaguicidas, así como las fichas de las estaciones y el mapa de la red se pueden consultar, en formato 'pdf', en la web de la Confederación Hidrográfica del Ebro 'www.chebro.es'.
MUESTREOS
El estudio incluye los 22 puntos de muestreo de la red, la mayoría ubicados en tramos de río que recogen las aguas de escorrentía de las zonas agrícolas, la frecuencia de los muestreos, los parámetros analizados y la metodología empleada, los resultados más relevantes, la evolución temporal de la concentración total de plaguicidas cuantificada en cada estación de muestreo y el estudio de aguas captadas para la producción de agua potable.
El análisis de los plaguicidas se ha realizado en el Laboratorio de Calidad de Aguas de la CHE. Para ello, se ha tomado una muestra mensual en febrero, mayo, junio, julio y septiembre y se han analizado un total de 37 sustancias --32 plaguicidas y 5 compuestos orgánicos que derivan de plaguicidas--.
Los resultados se han interpretado según los criterios de la Directiva 2008/105/CE, por la que se establecen Normas de Calidad Ambiental, una legislación europea más restrictiva en cuanto a valores químicos admisibles, que ha sido recientemente traspuesta a nuestro ordenamiento jurídico, pero que el Organismo ya ha utilizado de referencia. Para ello, se ha realizado un estudio pormenorizado de cada estación con la analítica de todos estos años.