Orpesa desalination plant built and water uptake
Thu, 10/03/2011
La salmuera se dispersará en el mar con difusores a 750 metros de la costa
Las obras para la captación de agua y el rechazo de la salmuera de la desaladora de Orpesa y Cabanes ya han comenzado. Según han confirmado fuentes de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), en la playa de Torre la Sal se están construyendo dos espigones que deben servir para situar en el fondo del mar los tramos de esta obra más cercanos a la playa. Cada una de estas escolleras servirán para uno de estos apartados, la captación de agua marina y la emisión del rechazo de la infraestructura potabilizadora. Desde Acuamed se informó ayer que ambos espigones tienen carácter de provisionalidad y que, antes de que acabe el verano, ambos serán desmantelados dado que habrán cumplido su función de servir de base para los primeros tramos marinos de tuberías.
Con ello se pretende que la afección sea la menor posible. No en vano, las fuentes de Acuamed detallan que tanto "la declaración de impacto ambiental, como el programa de vigilancia ambiental y los requisitos exigidos por Bruselas para cofinanciar la obra --que recibe fondos europeos--, garantizan que todo se haga bajo las más rigurosas medidas de preservación del entorno".
Con este mismo objetivo, el emisario submarino acaba en un tramo final de difusores que tiene la misión de asegurar la dispersión de la salmuera "para evitar cualquier afección" a la flora y fauna marina, indican desde Acuamed. Esta tubería tiene una longitud de 750 metros, por lo que será a esta distancia de la costa a la que se dispersará el rechazo de la desaladora.
Por su parte, la captación del agua para su posterior tratamiento se realizará a 1.800 metros de la playa y a una profundidad de 13,5 metros. En esta ubicación se busca "una calidad óptima de agua y evitar la entrada de materias en suspensión al proceso", señalan desde el organismo.
Una vez que las tuberías fueron soldadas en el puerto de Castellón (a donde llegaron en camión) en tramos que van de 100 a 250 metros de longitud, las empresas constructoras están en disposición de fondear próximamente las tuberías.
Este es un paso más del conjunto de las obras, que está previsto que finalicen "en junio o julio", afirma el presidente de Acuamed, Carlos Massa. También en la planta de Moncofa la construcción avanza a buen ritmo, afirma Massa, aunque se encuentra en una fase muy posterior.
Las obras para la captación de agua y el rechazo de la salmuera de la desaladora de Orpesa y Cabanes ya han comenzado. Según han confirmado fuentes de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), en la playa de Torre la Sal se están construyendo dos espigones que deben servir para situar en el fondo del mar los tramos de esta obra más cercanos a la playa. Cada una de estas escolleras servirán para uno de estos apartados, la captación de agua marina y la emisión del rechazo de la infraestructura potabilizadora. Desde Acuamed se informó ayer que ambos espigones tienen carácter de provisionalidad y que, antes de que acabe el verano, ambos serán desmantelados dado que habrán cumplido su función de servir de base para los primeros tramos marinos de tuberías.
Con ello se pretende que la afección sea la menor posible. No en vano, las fuentes de Acuamed detallan que tanto "la declaración de impacto ambiental, como el programa de vigilancia ambiental y los requisitos exigidos por Bruselas para cofinanciar la obra --que recibe fondos europeos--, garantizan que todo se haga bajo las más rigurosas medidas de preservación del entorno".
Con este mismo objetivo, el emisario submarino acaba en un tramo final de difusores que tiene la misión de asegurar la dispersión de la salmuera "para evitar cualquier afección" a la flora y fauna marina, indican desde Acuamed. Esta tubería tiene una longitud de 750 metros, por lo que será a esta distancia de la costa a la que se dispersará el rechazo de la desaladora.
Por su parte, la captación del agua para su posterior tratamiento se realizará a 1.800 metros de la playa y a una profundidad de 13,5 metros. En esta ubicación se busca "una calidad óptima de agua y evitar la entrada de materias en suspensión al proceso", señalan desde el organismo.
Una vez que las tuberías fueron soldadas en el puerto de Castellón (a donde llegaron en camión) en tramos que van de 100 a 250 metros de longitud, las empresas constructoras están en disposición de fondear próximamente las tuberías.
Este es un paso más del conjunto de las obras, que está previsto que finalicen "en junio o julio", afirma el presidente de Acuamed, Carlos Massa. También en la planta de Moncofa la construcción avanza a buen ritmo, afirma Massa, aunque se encuentra en una fase muy posterior.