El Ayuntamiento de Málaga ha iniciado este lunes las actuaciones de limpieza y saneamiento del tramo final del río Guadalmedina, que tendrán una duración aproximada de dos o tres días, con el objetivo de paliar el problema de malos olores que padecen los vecinos y comerciantes de este entorno.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que ha visitado la zona de actuación, ha considerado que resolver este problema es "una razón más para que no olvidemos" la necesidad de dar una solución hidráulica y urbanística a la integración del Guadalmedina en la ciudad, tal y como acordaron las instituciones públicas y los colectivos económicos y sociales que integran la Fundación Ciedes.

El Área de Medio Ambiente, a través de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), está llevando a cabo acciones de limpieza en el cauce del río Guadalmedina para intentar reducir los problemas ambientales existentes en el último tramo, producidos fundamentalmente por la prolongación de los muelles del puerto y los vertidos que originan las lluvias en los aliviaderos de la zona.

Esta actuación persigue la retirada de los residuos urbanos retenidos y la materia orgánica vegetal depositada por los arrastres del río cada vez que se desembalsa agua desde el pantano del Limonero. Esta materia entra en descomposición por falta de oxigeno, dada la poca influencia de las mareas.

Con estos trabajos se pretende reducir el impacto ambiental, los malos olores, así como mejorar la zona. Para la limpieza se cuenta con 20 operarios, camiones de limpieza de saneamiento, máquina excavadora giratoria y camiones cubas para la retirada del material extraído.

En las últimas limpiezas llevadas a cabo en el cauce se han llegado a retirar más de 20 camiones de lodo y diversos materiales arrojados, tales como 24 carros de la compra o 20 bicicletas, además de colchones y neumáticos gastados.