The new Hydrologic Plan places the Lérez as one of the rivers with more alterations in his banks
Mon, 18/10/2010
El Lérez es el río gallego que más presión soporta por la instalación de diques de encauzamiento en sus márgenes, ya que el 30,5% de ellas están alteradas. Además, el fondo de la ría aparece también con una alta ocupación con canalizaciones, mientras que el 41% de su curso se considera "muy modificado" por la existencia de minicentrales eléctricas. Así se pone de manifiesto en el nuevo Plan Hidrolóxico de Galicia-Costa que la Xunta expone actualmente al público para formular posibles alegaciones.
Pese a este elevado índice de alteración, el documento contempla proyectos que elevarían la presión sobre el río, como la puesta en marcha de otras tres minicentrales y la construcción de la denominada presa de Dorna, un embalse de regulación previsto desde hace años en Cotobade pero que nunca se ha llegado a ejecutar por su posible impacto ambiental y su elevado presupuesto.
El Plan Hidrolóxico destina un amplio capítulo a las "presiones" que soportan los cursos fluviales gallegos, y en muchos apartados figura el Lérez en primer lugar.Así,en lo que se refiere a canalizaciones, se destaca que "las mayores presiones se producen en la masa de agua de transición (desembocadura del río) de la ría de Pontevedra,con un 4,15% de ocupación, seguida de la ría de O Burgo (un 2,71%". La situación aún se presenta peor en lo que se refiere a "diques de encauzamiento", ya que"la masa de agua más afectada por su presencia es la del Lérez en Pontevedra,con un 30,41% de alteración de sus márgenes. En segundo lugar se sitúa el Tambre en Noia, pero a una considerable distancia, ya que la alteración no llega al 11%. En tercer lugar figura la masa denominada "Oitavén-Verdugo"en San Simón, con un 6,67% de alteración".
En cuando a la"protección de márgenes",es decir,muros y otros elementos destinados a evitar la erosión, los ríos Mera (ría de O Burgo) y Miñor (A Ramallosa) están peor que el Lérez, que figura en tercer lugar de Galicia con un 42,11% de alteración.El documento también cita la presión que padece la ría a causa del Puerto de Marín, cuya linea costera está alterada en un 22%.
Un apartado llamativo es el que analiza el impacto de las minicentrales hidroeléctricas, y que en el caso del Lérez señala que el río presenta "un tramo cortocircuitado de unos 6,09 kilómetros, lo que supone la afectación del 41,3% de su curso. En ella se ubican dos centrales hidrofluyentes, la de Dorna y la de San Xusto". Añade que "estas derivaciones provocan una disminución considerable del caudal en los tramos del río afectado por lo que esta masa de agua, designada a priori como natural, ha sido propuesta como muy modificada".
Pese a esta situación, el Plan Hidrolóxico no descarta la creación de nuevos obstáculos.Así,se detalla que en el río existen en la actualidad 6 centrales hidroeléctricas, aunque tres de ellas están paradas, según este documento, que aboga por la puesta en funcionamiento antes de 2015. Pero además de estas minicentrales,el programa de la Xunta mantiene la previsión de construir el embalse de Dorna, una presa de regulación en Cotobade que, en cambio, no figura en los planes hidrológicos del Estado, que tramita un proyecto de 40 millones de euros para mejorar el abastecimiento en toda la ría.
El documento de la Xunta no hace referencia a este proyecto y en cambio sí cita "una canalización que trasvasará aguas del embalse de Dorna a una futura potabilizadora que suministrará a Pontevedra y Vilaboa", y a la construcción de otra planta de depuración "que recogerá aguas del embalse de Pontillón y que suministrará a Pontevedra y a Barro".
Pese a este elevado índice de alteración, el documento contempla proyectos que elevarían la presión sobre el río, como la puesta en marcha de otras tres minicentrales y la construcción de la denominada presa de Dorna, un embalse de regulación previsto desde hace años en Cotobade pero que nunca se ha llegado a ejecutar por su posible impacto ambiental y su elevado presupuesto.
El Plan Hidrolóxico destina un amplio capítulo a las "presiones" que soportan los cursos fluviales gallegos, y en muchos apartados figura el Lérez en primer lugar.Así,en lo que se refiere a canalizaciones, se destaca que "las mayores presiones se producen en la masa de agua de transición (desembocadura del río) de la ría de Pontevedra,con un 4,15% de ocupación, seguida de la ría de O Burgo (un 2,71%". La situación aún se presenta peor en lo que se refiere a "diques de encauzamiento", ya que"la masa de agua más afectada por su presencia es la del Lérez en Pontevedra,con un 30,41% de alteración de sus márgenes. En segundo lugar se sitúa el Tambre en Noia, pero a una considerable distancia, ya que la alteración no llega al 11%. En tercer lugar figura la masa denominada "Oitavén-Verdugo"en San Simón, con un 6,67% de alteración".
En cuando a la"protección de márgenes",es decir,muros y otros elementos destinados a evitar la erosión, los ríos Mera (ría de O Burgo) y Miñor (A Ramallosa) están peor que el Lérez, que figura en tercer lugar de Galicia con un 42,11% de alteración.El documento también cita la presión que padece la ría a causa del Puerto de Marín, cuya linea costera está alterada en un 22%.
Un apartado llamativo es el que analiza el impacto de las minicentrales hidroeléctricas, y que en el caso del Lérez señala que el río presenta "un tramo cortocircuitado de unos 6,09 kilómetros, lo que supone la afectación del 41,3% de su curso. En ella se ubican dos centrales hidrofluyentes, la de Dorna y la de San Xusto". Añade que "estas derivaciones provocan una disminución considerable del caudal en los tramos del río afectado por lo que esta masa de agua, designada a priori como natural, ha sido propuesta como muy modificada".
Pese a esta situación, el Plan Hidrolóxico no descarta la creación de nuevos obstáculos.Así,se detalla que en el río existen en la actualidad 6 centrales hidroeléctricas, aunque tres de ellas están paradas, según este documento, que aboga por la puesta en funcionamiento antes de 2015. Pero además de estas minicentrales,el programa de la Xunta mantiene la previsión de construir el embalse de Dorna, una presa de regulación en Cotobade que, en cambio, no figura en los planes hidrológicos del Estado, que tramita un proyecto de 40 millones de euros para mejorar el abastecimiento en toda la ría.
El documento de la Xunta no hace referencia a este proyecto y en cambio sí cita "una canalización que trasvasará aguas del embalse de Dorna a una futura potabilizadora que suministrará a Pontevedra y Vilaboa", y a la construcción de otra planta de depuración "que recogerá aguas del embalse de Pontillón y que suministrará a Pontevedra y a Barro".