Marbella returns to desalinate sea water to extend the wetland reserves

Mon, 04/10/2010

SUR

Los técnicos siempre están ojo avizor. Saben que no se puede perder de vista ni el más mínimo movimiento en las reservas del pantano. Hay que estar al quite. Cuando los niveles empiezan a bajar de lo fijado, la presa de La Concepción recibe el auxilio que garantiza el abastecimiento de agua a la Costa del Sol si las lluvias no llegan. Siempre con un mismo origen: la planta desaladora. Después de un año hidrológico como el que se acaba de cerrar, en el que los paraguas han sido compañeros de viaje durante buena parte del otoño y de la primavera, parece impensable que el suministro pueda estar en apuros. Pero el protocolo marca que más vale prevenir que curar.

Dicho y hecho. Después de cinco meses con la desaladora desenchufada, la planta que transforma el agua del mar en caudal potable casi por arte de magia ha vuelto a entrar en funcionamiento para evitar que el embalse sufra más de la cuenta. No hay indicios para alarmarse. De hecho, el pantano se encuentra al 63% de su capacidad -esto es, con 39 de los 61 hectómetros cúbicos que puede albergar- después del tirón de una temporada alta que suele dejar tiritando las reservas.

El buen estado de los pozos y los acuíferos, recargados tras las copiosas lluvias de los últimos meses, y el agua que los arroyos que nutren a la presa han seguido trayendo, han permitido que La Concepción esté ocho hectómetros por encima que en la misma fecha del año pasado. «La desaladora está funcionando actualmente a una línea, al mínimo de las ocho que tiene, y así se va a mantener hasta ver cómo evoluciona el nuevo año hidrológico», explica José Bernal, consejero delegado de la empresa pública de aguas Acosol, encargada del abastecimiento y del saneamiento a toda la Costa.

Subida en la factura
En función de si llueve o no se irá subiendo su producción, pero lo cierto es que el pantano tiene un volumen mayor del que los propios técnicos esperaban para estas fechas. Pero, ¿qué repercusión tiene este cambio para el ciudadano? No sólo que a día de hoy en la red ya se está mezclando el caudal del pantano con 7.000 metros cúbicos diarios procedentes del mar -potabilizados, por supuesto- sino que, además, en la factura vuelve a aparecer el epígrafe de recarga por desalación, que encarecerá en una media de tres euros dicha factura. «Se paga el recargo no por la cantidad de agua desalada sino porque está en funcionamiento. Lo que más coste tiene es el consumo de electricidad», dice Bernal.

Combinación
Pantano, desaladora y pozos, sumados a los recursos propios de cada municipio, son el cóctel que hace que el agua potable llegue a los hogares de la Costa del Sol puntualmente. La empresa pública Acosol, encargada de abastecer casi dos tercios de lo que se consume en la comarca, obtiene habitualmente el 65% de caudal de la presa, el 23% de agua desalada del mar y el 12% de los pozos de Fuengirola y Guadiaro.

Las localidades suman después sus recursos. En algunos casos sólo usan sus propias fuentes. Las intensas precipitaciones del último año hidrológico cambiaron esta tónica. Ahora habrá que esperar a ver cómo arranca la nueva temporada de lluvias y si los ciudadanos mantienen la política de consumo racional de los últimos años. «Los vecinos de la Costa del Sol han aprendido a ser cuidadosos con el agua estemos o no en momentos de dificultad gracias a la labor de concienciación que se ha hecho», añade el consejero delegado de Acosol.