Field reduces consumption by 17 percent water of dams Gran Canaria
Sun, 26/09/2010
El aumento de los cultivos y de la demanda de agua de las explotaciones agrícolas emplazadas en la cuenca sur de la Isla y, en menor medida, los efectos provocados por las últimas olas de calor sufridas en Gran Canaria desde julio pasado se erigen como las principales causas que explican que, a día de hoy, las grandes presas que controla el Cabildo hayan descendido su volumen de líquido embalsado en un 17 por ciento.
Los receptáculos que están bajo el control del Consejo Insular de Aguas tenían, a comienzos del presente mes, un volumen de 27,54 millones de metros cúbicos, lo que supone casi seis millones de metros cúbicos menos de los contabilizados el pasado 24 de febrero, fecha en la que las presas grancanarias presentaban la mejor de sus caras tras la sucesión de borrascas que descargaron abundante agua sobre la isla e hicieron que 15 de ellas colgasen el cartel de lleno hasta el rebosadero. La isla de Gran Canaria tenía entonces 33,39 millones de metros cúbicos de agua retenidos entre sus barrancos, el equivalente al 54% de la capacidad total de los embalses -que asciende a 61,77 millones de metros cúbicos-. Hoy conserva el 45%, lo que se traduce una merma de nueve puntos en términos de volumen y una reducción del 17% en lo que a caudal total se refiere.
Tanto el consejero insular de Aguas, Demetrio Suárez, como el gerente del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, José Luis Guerra, coincidieron este viernes en apuntar a la demanda registrada en las zonas de cultivo como la principal causa de la previsible reducción de los niveles, dejando en un segundo plano otros fenómenos, como son la evaporación por el aumento de las temperaturas y las pequeñas filtraciones que se puedan producir en algunos de estos vasos. Suárez, incluso, reseñó que en estos meses se ha detectado un pequeño repunte en la producción de hortalizas de la isla de Gran Canaria.
El dato más llamativo de todos los que ofrecen los embalses es la buena pinta que sigue ofreciendo la presa de Soria, la mayor de la isla, donde el caudal recogido por las precipitaciones y trasvases permiten que hoy sigan cubiertos 81,97 de los 120 metros de su espectacular muro. El tope de este año fueron los 85,73 metros alcanzados el 1 de marzo. Por contra, los cuatro embalses que apenas cogieron agua en aquel húmedo invierno, los de Santa Brígida, Aríñez, La Lechucilla y Cuevas Blancas, ofrecen hoy un triste 0 por ciento en su marcador.
El jueves, una delegación de políticos insulares y municipales, con la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, María del Pino Torres, al frente de todos ellos, y el consejero insular de Agricultura, Demetrio Suárez, pusieron en marcha la nueva red de agua de riego en la localidad de Cercados de Araña, que permitirá que 6.000 comuneros tengan agua para regar gracias a los cinco kilómetros de tuberías inauguradas en el pueblo.
Sin embargo, Delfín León León no quiere ver a los responsables del Cabildo de Gran Canaria ni en pintura. Este vecino de 58 años nacido y residente en Cercados de Araña fue uno de los muchos afectados por el incendio del mes de julio del año 2007. El fuego se llevó por delante sus 50 matos, 6.000 goPedro Hernández teos y diversas mangueras y lleva tres años reclamando que le paguen los daños, pero la ayuda se la han denegado, asegura. "Mis mangueras y matos siguen pidiendo justicia", exclama.
Sentado en un parterre del exterior de la asociación de vecinos Vista Alegre junto a varios familiares y convecinos, Delfín León se mostró también muy crítico con lo que considera el abandono que ha sufrido la el pequeño pago cumbrero de Cercados de Araña, junto a la presa de Chira, que aún luce flamante el agua recogida durante las borrascas del pasado invierno. "Nosotros hemos estado tres años sin agua, hasta el pasado día 3 de agosto y porque nos hemos movido unos cuantos vecinos para solucionar el problema y eso ha molestado por ahí". Se trata de ahí que se intuye por sus palabras que va dirigido a los políticos.
Delfín León muestra también su indignación no exenta de socarronería con lo que considera que ha hecho el Cabildo de Gran Canaria a los agricultores de la localidad de Cercados de Araña: "Nos dan semillas para plantar papas y luego sueltan en la zona un montón de perdices, que se comen las papas y nos dejan sin cultivos. ¡Menuda ayuda nos dieron!", critica. un
Los receptáculos que están bajo el control del Consejo Insular de Aguas tenían, a comienzos del presente mes, un volumen de 27,54 millones de metros cúbicos, lo que supone casi seis millones de metros cúbicos menos de los contabilizados el pasado 24 de febrero, fecha en la que las presas grancanarias presentaban la mejor de sus caras tras la sucesión de borrascas que descargaron abundante agua sobre la isla e hicieron que 15 de ellas colgasen el cartel de lleno hasta el rebosadero. La isla de Gran Canaria tenía entonces 33,39 millones de metros cúbicos de agua retenidos entre sus barrancos, el equivalente al 54% de la capacidad total de los embalses -que asciende a 61,77 millones de metros cúbicos-. Hoy conserva el 45%, lo que se traduce una merma de nueve puntos en términos de volumen y una reducción del 17% en lo que a caudal total se refiere.
Tanto el consejero insular de Aguas, Demetrio Suárez, como el gerente del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, José Luis Guerra, coincidieron este viernes en apuntar a la demanda registrada en las zonas de cultivo como la principal causa de la previsible reducción de los niveles, dejando en un segundo plano otros fenómenos, como son la evaporación por el aumento de las temperaturas y las pequeñas filtraciones que se puedan producir en algunos de estos vasos. Suárez, incluso, reseñó que en estos meses se ha detectado un pequeño repunte en la producción de hortalizas de la isla de Gran Canaria.
El dato más llamativo de todos los que ofrecen los embalses es la buena pinta que sigue ofreciendo la presa de Soria, la mayor de la isla, donde el caudal recogido por las precipitaciones y trasvases permiten que hoy sigan cubiertos 81,97 de los 120 metros de su espectacular muro. El tope de este año fueron los 85,73 metros alcanzados el 1 de marzo. Por contra, los cuatro embalses que apenas cogieron agua en aquel húmedo invierno, los de Santa Brígida, Aríñez, La Lechucilla y Cuevas Blancas, ofrecen hoy un triste 0 por ciento en su marcador.
El jueves, una delegación de políticos insulares y municipales, con la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, María del Pino Torres, al frente de todos ellos, y el consejero insular de Agricultura, Demetrio Suárez, pusieron en marcha la nueva red de agua de riego en la localidad de Cercados de Araña, que permitirá que 6.000 comuneros tengan agua para regar gracias a los cinco kilómetros de tuberías inauguradas en el pueblo.
Sin embargo, Delfín León León no quiere ver a los responsables del Cabildo de Gran Canaria ni en pintura. Este vecino de 58 años nacido y residente en Cercados de Araña fue uno de los muchos afectados por el incendio del mes de julio del año 2007. El fuego se llevó por delante sus 50 matos, 6.000 goPedro Hernández teos y diversas mangueras y lleva tres años reclamando que le paguen los daños, pero la ayuda se la han denegado, asegura. "Mis mangueras y matos siguen pidiendo justicia", exclama.
Sentado en un parterre del exterior de la asociación de vecinos Vista Alegre junto a varios familiares y convecinos, Delfín León se mostró también muy crítico con lo que considera el abandono que ha sufrido la el pequeño pago cumbrero de Cercados de Araña, junto a la presa de Chira, que aún luce flamante el agua recogida durante las borrascas del pasado invierno. "Nosotros hemos estado tres años sin agua, hasta el pasado día 3 de agosto y porque nos hemos movido unos cuantos vecinos para solucionar el problema y eso ha molestado por ahí". Se trata de ahí que se intuye por sus palabras que va dirigido a los políticos.
Delfín León muestra también su indignación no exenta de socarronería con lo que considera que ha hecho el Cabildo de Gran Canaria a los agricultores de la localidad de Cercados de Araña: "Nos dan semillas para plantar papas y luego sueltan en la zona un montón de perdices, que se comen las papas y nos dejan sin cultivos. ¡Menuda ayuda nos dieron!", critica. un