A toxic algae bloom covers the Umia´s dam, which supplies to the Salnes
Fri, 24/09/2010
Verde y espeso aparece desde finales de agosto el caudal del embalse del río Umia, del que se abastece de agua potable parte de la comarca pontevedresa de O Salnés. Y es que los niveles de toxicidad, según las analíticas semanales que realiza la Consellería de Medio Ambiente, se han disparado con la brutal floración de unas denominadas algas azules, una cianobacteria que produce una sustancia venenosa, la microsistina. De momento, los municipios con un óptimo sistema de potabilización, como el de Caldas de Reis, garantizan la calidad del agua que llega a la población. Pero no se sabe por cuánto tiempo, según alertó ayer el alcalde de esta localidad, Juan Manuel Rey. "El agua del embalse llega tan espesa de algas a la potabilizadora que puede atascar y paralizar el abastecimiento", aseguró.
Los datos son alarmantes. El 7 de julio de 2008, la Consellería de Medio Ambiente decretó la alerta I (máxima) tras detectar en la presa del Umia 200 células por mililitros de esa bacteria productora de la tóxina. El pasado 31 de agosto, el nivel se disparó a 225.000 células por mililitro, según los análisis realizados por la Xunta. Y una semana más tarde, el día 7 de este mes, se registraron 485.000. Esas algas productoras de microsistina florecen en épocas estivales por la temperatura, el estancamiento de las aguas de la presa y la ausencia de limpieza. El problema es que la Xunta desistió desde hace año y medio de las labores periódicas de limpieza del embalse, según denunciaron ayer los alcaldes de Caldas, Cuntis y Moraña.
Los datos son alarmantes. El 7 de julio de 2008, la Consellería de Medio Ambiente decretó la alerta I (máxima) tras detectar en la presa del Umia 200 células por mililitros de esa bacteria productora de la tóxina. El pasado 31 de agosto, el nivel se disparó a 225.000 células por mililitro, según los análisis realizados por la Xunta. Y una semana más tarde, el día 7 de este mes, se registraron 485.000. Esas algas productoras de microsistina florecen en épocas estivales por la temperatura, el estancamiento de las aguas de la presa y la ausencia de limpieza. El problema es que la Xunta desistió desde hace año y medio de las labores periódicas de limpieza del embalse, según denunciaron ayer los alcaldes de Caldas, Cuntis y Moraña.