Según el más reciente informe de la Defensa Civil, desde mayo pasado las precipitaciones han dejado un saldo de más de 16 mil personas afectadas, de las cuales 43 perdieron la vida, aunque otras fuentes elevan la cifra a 47 fallecidos.
Unas mil 900 personas permanecen refugiadas en los 26 albergues temporales abiertos en el país, como consecuencia de los daños sufridos en sus viviendas, según informó ayer el coronel Néstor Solís, jefe de la Defensa Civil en Managua.
Muchas familias del departamento de Managua tuvieron que ser evacuadas por las inundaciones derivadas del crecimiento del nivel de las aguas del lago Xolotlán, y en el municipio de Tipitapa se mantienen aún incomunicadas seis comunidades, debido, además, a la crecida de los ríos y al deterioro de los caminos.
Tipitapa, ubicada en la periferia de la urbe capitalina, está en una zona particularmente vulnerable, por su cercanía al lago y por estar cruzada por varios ríos, uno de los cuales une al Xolotlán con el Cocibolca, el mayor depósito de agua dulce del país.
En la ciudad capital, las lluvias del sábado y domingo últimos dejaron un saldo de 143 viviendas inundadas, una destruida totalmente y otras 41 semi destruidas, muchas de ellas por la pérdida de los techos como consecuencia de los fuertes vientos, que derribaron también árboles y cables del fluido eléctrico.
En esta situación las autoridades, a todos los niveles, se volcaron en ayuda de la población afectada y desde la Presidencia de la República se impartieron instrucciones para garantizar la alimentación y la asistencia médica de los albergados, así como el suministro de colchones, frazadas y otros bienes indispensables.
Las organizaciones del Poder Ciudadano en todo el país, encabezadas por los secretarios políticos del Frente Sandinista de Liberación Nacional, conjuntamente con la Juventud Sandinista y otras organizaciones, mantienen una movilización permanente en la prestación de ayuda, al tiempo que desarrollan programas emergentes para la reconstrucción de las viviendas afectadas.